Después de que los diputados reconocieran la posibilidad de que el dictamen de la Ley de Seguridad Interior se discuta no en el periodo ordinario de sesiones, sino en el extraordinario, el profesor e investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas, Alejandro Madrazo Lajous exigió hoy que el dictamen se haga público al menos 15 días antes de que se vote en comisiones.
Acerca del proceso legislativo, Madrazo Lajous advirtió: "no queremos que de la noche a la mañana vayan a producir un dictamen, votarlo y bajarlo al pleno. Podrían aventarse el madruguete en una semana entre que liberan al público el dictamen y lo aprueban como ley". Agregó que los diputados no deben "echarse el fast-track" en comisiones".
En entrevista con MILENIO el 24 de marzo pasado, el académico destacó: "lo que la Ley de Seguridad Interior hace es radicalmente distinto de lo que el diputado priista César Camacho dice que hace. Camacho dice que acota al Ejército, cuando en realidad le da un cheque en blanco", apuntó el académico sobre la iniciativa presentada por el diputado del PRI.
En vez de atender y reducir el número de violaciones de derechos humanos por parte de las fuerzas armadas, explicó, la Ley de Seguridad Interior trata de disfrazar a la impunidad de legalidad y, por lo tanto, la perpetua.
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"Literalmente", indicó, "la iniciativa propuesta por Camacho dice que las fuerzas armadas pueden tomar las acciones que consideren necesarias. ¿Qué quiere decir eso? Lo que quieran".
Al respecto, advirtió también que la Ley de Seguridad Interior "manda una señal: no se metan con el Ejército, porque puede llevar a cabo las acciones y medidas de recopilación de información que considere necesarias, y no se le puede reprochar".
Acerca de la propuesta del senador panista Roberto Gil Zuarth, Madrazo comentó que no encuentra diferencias con la del priista Camacho: "es la misma gata pero revolcada. Claramente, tienen los mismos arquitectos. Claramente, el PRI y el PAN están compitiendo para ver quién da más. Yo veo la misma iniciativa presentada dos veces".
En particular, tanto a Madrazo Lajous como a Seguridad sin guerra, un colectivo de familiares de víctimas, académicos y organizaciones de la sociedad civil, les preocupa que las iniciativas y el dictamen final no contemplen "ningún control eficaz, ninguna regulación" que limite la actuación de las fuerzas armadas.
El investigador del CIDE indicó que el comité encargado de opinar sobre las intervenciones militares está integrado, tanto en la iniciativa de Gil como en la de Camacho, por subordinados del Ejecutivo. "Si quisieran controlar el funcionamiento de las fuerzas armadas, crearían una comisión en el legislativo. Es absurdo que una comisión del Ejecutivo supervise al Ejecutivo", puntualizó.
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El también doctor en derecho por la Universidad de Yale argumentó que el objetivo de esta ley es "tener un estado de excepción, para que el Ejército intervenga en las actividades de la policía, pero sin asumir los controles y la responsabilidad necesarias".
Explicó que la Constitución federal prevé el despliegue de las fuerzas armadas, sin embargo, para hacerlo se necesita, primero, suspender las garantías, es decir, crear un estado de excepción como establece el artículo 29. Además, en esos casos, el Ejecutivo debe "notificar a la Corte y a la Comisión de Derechos Humanos, activar los controles del Congreso", detalló.
Con la Ley de Seguridad Interior, las declaratorias de "estados de afectación a la seguridad nacional" o de "protección a la seguridad interior" quedarían a discreción del Ejecutivo. "Va a ser más fácil desplegar a las fuerzas armadas, va a ser más difícil supervisarlas", anticipa Madrazo.
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Por si fuera poco, las iniciativas tampoco definen un calendario para que las fuerzas armadas salgan de las calles ni consideran el fortalecimiento de las policías. En este sentido, Madrazo Lajous prevé que de aprobarse la Ley de Seguridad Interior, la profesionalización de los cuerpos policiacos perdería fuerza y pasaría a segundo plano.
MILENIO se puso en contacto con la oficina del diputado César Camacho para conocer sus comentarios sobre estas críticas, pero declinó la entrevista.
SBG