La Dirección General de Epidemiología (DGE) reportó 152 casos autóctonos de paludismo distribuidos en seis entidades Chiapas (94), Campeche (30), Oaxaca (16), Chihuahua (ocho), Tabasco (tres) y Sinaloa (uno), y lanzó una alerta sanitaria a todas las unidades médicas para intervenir a tiempo a los pacientes ante el brote reciente detectado en Oaxaca.
Se trata de un padecimiento producido por la picadura del insecto, el mosquito hembra Anopheles, y que causan fiebre, escalofríos, sudoración, dolor de cabeza, así como náuseas, vómitos, tos, heces con sangre, dolores musculares, ictericia (coloración amarillenta en piel y mucosas), defectos de la coagulación sanguínea, insuficiencia renal o hepática, trastornos del sistema nervioso central y coma. En algunos casos la muerte.
El pasado 15 de noviembre, la DGE informó que los Servicios de Salud de Oaxaca detectaron un brote de 20 casos de paludismo por paludismo vivax en la localidad de San Pedro Tapanatepec, Jurisdicción Sanitaria del Istmo, de los cuales 16 son autóctonos y cuatro a casos importados, resultado de la migración.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó 241 millones de casos y 627 mil muertes por paludismo a nivel mundial en 2020, lo que representó un incremento importante respecto al año 2019 que fue de 227 millones de casos y 558 mil decesos, básicamente, en África, que soporta la mayor carga de la enfermedad en un 95 por ciento de todos los casos y 96 por ciento de las defunciones.
De las 627mil muertes, el 77 por ciento, 482 mil se registraron entre menores de cinco años. Se estima que el exceso de mortalidad, las 69 mil adicionales, se debieron a la interrupción en los servicios de salud por la pandemia de covid-19.
En la región de las Américas había una tendencia a la reducción desde el 2005 hasta el 2014; sin embargo, desde el año 2015 se registró un incremento de casos en Venezuela, Brasil, Colombia, Guyana, Nicaragua y Panamá, con presencia de brotes en Costa Rica, República Dominicana y Ecuador.
No obstante, la OMS adoptó la Estrategia Técnica Mundial contra la Malaria o Paludismo 2016—, que establece las recomendaciones de política y orientaciones mundiales con el objetivo de eliminar la enfermedad a nivel mundial.
En México, la enfermedad parasitaria —existen cuatro tipos de especies prevalente— causada por protozoarios intracelulares del género plasmodium, resulta menos mortal que en otras regiones, pero una infección puede causar serias complicaciones renales y cerebrales.
Si bien en México la mortandad es menor, menos 100 casos en el país, en adultos pueden desarrollar una enfermedad grave con afectación multiorgánica.
El periodo de incubación es de siete a 14 días para la especie paludismo vivax y la denominada falciparum, y de hasta 30 días para el paludismo ovale y el conocido como malarie.
El diagnóstico se efectúa por laboratorio mediante pruebas de diagnóstico rápido (PDR) son usadas en áreas remotas o de muy difícil acceso.
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El tratamiento antipalúdico deberá aplicarse lo más temprano posible dentro de las primeras 24 horas de confirmado el caso. La cloroquina y primaquina son los medicamentos considerados como tratamiento de elección para la enfermedad ocasionada por vivax., y es usado en la mayoría de los países, mientras que para falciparum el tratamiento es a base de Artemether y Lumefantrina.
Las medidas preventivas es disminuir criaderos, no dormir a la intemperie, uso de ropa de manga larga, repelente de insectos y uso de mosquiteros para evitar la picadura de mosquitos infectados. Sobre todo, se deben de proteger embarazadas, niños o personas con comorbilidades que son susceptibles a presentar cuadros graves, incluso puede ocurrir la muerte. La vigilancia debe mantenerse durante un periodo de tres a cuatro semanas posterior al último caso registrado.
LP