La Policía de Los Ángeles dispersó hoy una pequeña protesta de ultraderechistas partidarios de Donald Trump, que se había congregado en el centro de la ciudad californiana.
Medios locales señalaron que esta manifestación de extremistas comenzó a primera hora de la mañana y se desarrolló prácticamente a la vez que el asalto al Capitolio en Washington DC, hecho que conmocionó al país y al mundo entero.
En Los Ángeles, unos doscientos seguidores radicales de Trump se manifestaron en los alrededores del ayuntamiento y de la sede central de la policía.
Como en otras movilizaciones similares a favor de Trump, los manifestantes portaban banderas estadounidenses y denunciaban que hubo fraude en las elecciones presidenciales de noviembre, pese a que no se han aportado pruebas que lo demuestren.
Los agentes dispersaron esta concentración poco después del mediodía tras declarar ilegal la manifestación, y arrestaron a algunas personas después de enfrentamientos de escasa gravedad entre ultraderechistas y antifascistas.
El alcalde de Los Ángeles, el demócrata Eric Garcetti, aseguró que el asalto al Capitolio en Washington representa "un día negro para Estados Unidos".
"Los asaltos a la integridad de nuestras elecciones y a la seguridad de nuestro Capitolio federal están mal: desafían nuestra constitución, el núcleo de nuestra decencia y nuestra humanidad común", afirmó en Twitter.
Al margen de Los Ángeles, también se dieron hoy otras protestas de extremistas a favor de Trump en diferentes partes de California.
Por ejemplo, varios cientos de ultraderechistas se concentraron en la capital del estado, Sacramento, llevando carteles como "Stop the fraud".
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La Policía de Sacramento señaló en Twitter que arrestaron a once personas en los alrededores del Capitolio estatal por estas protestas, apuntaron que se dieron algunos enfrentamientos entre seguidores de Trump y contramanifestantes, y aclararon que ya en la tarde, la mayoría de la gente se había dispersado.
En las redes sociales también se vieron hoy imágenes y vídeos de pequeñas manifestaciones a favor de Trump en Beverly Hills, una de las zonas más ricas del condado de Los Ángeles, y también en Newport Beach y Huntington Beach, en el condado de Orange, un área de gran tradición republicana en el mayoritariamente demócrata estado de California.