Disputan "duros" y "moderados" el control ideológico de Morena

En vísperas del Consejo Nacional, "los puros" apuestan por "profundizar la transformación"; 'los negociadores' se la juegan con la idea de 'continuidad con cambio'.

Disputan "duros" y "moderados" el control ideológico de Morena. (Especial)
Salvador Frausto
Ciudad de México, México /

En estas horas, los morenistas cuentan los días y los años. Los días porque quedan 60, 90 o 120 puestas de sol para que se realicen las encuestas de donde saldrá el nombre de su "corcholata" presidencial. Y los años porque calculan que su futuro está anclado al próximo sexenio, un horizonte que aseguran seguirá siendo suyo.

"Estamos escribiendo a marchas forzadas la historia de los días y los años del movimiento que transformó al país", dice un veterano morenista que se divierte moviendo los dedos en señal de cuenta regresiva. "Todos andamos viendo qué nos conviene, pero también tratando de presionar para que a Morena no le pase lo que nos pasó en el PRD, que lo chingamos por ambiciosos y vulgares, como dice el presidente".

Los protagonistas de esta sucesión saben que sus próximas acciones determinarán su propio futuro y el porvenir del movimiento que fundó Andrés Manuel López Obrador, el líder de la izquierda mexicana que en cinco años se comió a la oposición: controla 23 de las 32 entidades, tiene mayoría en las cámaras de Diputados y Senadores y sus "corcholatas" puntean todas las encuestas. Desde 1999, cuando el gobierno de Ernesto Zedillo llegaba a su fin, ningún partido en el poder presidencial sujetaba las riendas de una veintena de gubernaturas.

En vísperas del Consejo Nacional de Morena, donde se decidirán las reglas para elegir a la candidata o candidato presidencial, la discusión al interior de Morena radica en la conveniencia de "profundizar la transformación" emprendida por López Obrador, para lo cual se fortalecen las posibilidades de Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López, o apostar por la famosa "continuidad con cambio", lo cual incluye negociar con la oposición y correr el partido hacia el centro, una alternativa que le da bríos a Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal.

A diferencia del PRD, donde las “tribus” forcejeaban por el control de las decisiones y los rumbos, la figura del presidente López Obrador ha atemperado la fuerza de los grupos que se pelean por tomar las riendas ideológicas y operativas de Morena. Aun así, hay dos corrientes dominantes, "los duros" y "los moderados".

Un viejo militante de izquierda que ha acompañado a AMLO desde hace dos décadas explica que "el control ideológico del movimiento" es importante porque "de ahí emana un ideal político que llega al pueblo, a los barrios, a las rancherías, a la Condesa (CdMx) y a San Pedro Garza García (Nuevo León)".

Y son ellos, los ciudadanos, los que van a contestar las encuestas que levante Morena. Por eso considera que es más importante ver "quién gana la idea de qué le conviene al obradorismo y a México, y no tanto qué poder tienen los grupos que integran Morena".

"Los Duros"

Dentro de los "radicales" o "puros", como también les dicen, destacan personajes del primer círculo del presidente como el vocero Jesús Ramírez Cuevas y los gobernadores Alfonso Durazo (Sonora), Cuitláhuac García (Veracruz), Rutilio Escandón (Chiapas) y Rubén Rocha Moya (Sinaloa). Aunque discretos y disciplinados, en el gabinete presidencial también tienen sus posiciones. De este lado de la acera tienen un peso importante Rocío Nahle (Energía), Raquel Buenrostro (Economía) y Ariadna Montiel (Bienestar).

La defensa del petróleo, la disciplina económica y la profundización de la política social, tres pilares de la lucha obradorista, están en manos de este trío de secretarías, las cuales se mueven cerca de los latidos políticos del presidente. La mayoría coloca en este sector a Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo, quien tiene el plus de simpatizarle a los "moderados".

Los morenistas resaltan la fuerza que tiene Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, quien se moverá en el sentido que indique el presidente. La ex periodista mantiene buena relación con Sheinbaum y Ebrard, pero también con Adán Augusto y Monreal. Su posición enérgica y dialogante confunde a más de uno, pero a final de cuentas es bien vista por ambos bandos.

Las senadoras Olga Sánchez Cordero y Citlalli Hernández también juegan del lado de "los duros", y por tanto allanan las posibilidades de Sheinbaum. En esa esquina también están los senadores César Cravioto, Susana Harp, Héctor Vasconcelos, Napoleón Gómez Urrutia e Higinio Martínez, entre otros.

La candidata ganadora de la gubernatura del Estado de México, Delfina Gómez, y su coordinador de campaña, Horacio Duarte, también apuestan por profundizar el modelo obradorista.

Las gobernadoras Indira Vizcaíno (Colima) y Evelyn Salgado (Guerrero) se han manifestado por la idoneidad de tener una candidata mujer, una posición que secunda el mandatario Salomón Jara (Oaxaca).

Un alcalde de la Ciudad de México cuenta que no importa tanto la cantidad de figuras que apoyen a tal o cual "corcholata", sino la capacidad que tengan éstas de "contagiar" entre la ciudadanía la idea de que "Es Claudia" la mejor opción, porque representa "la continuidad y la lealtad". Ese sentimiento o noción, asegura, jugará un rol importante en las encuestas.

El obradorista de hueso colorado asegura que por lo pronto la jefa de Gobierno lleva ventaja de entre 5 y 10 puntos, pero que todo puede cambiar, sobre todo si Ebrard logra convencer a los mexicanos que lo siguen por redes y medios de comunicación que él es "más eficiente" y "más moderno".

Por lo anterior, la recta final de la lucha por obtener la candidatura de Morena se librará más en medios que en la calle, aunque el templete siempre multiplica las simpatías. La guerra por las bardas es clave, dice, porque es "un mensaje fijo que pasa frente a los ojos de miles de ciudadanos".

Todos saben que la "corcholata roja" y diputado del PT, Gerardo Fernández Noroña, es un fiel representante de este sector, y probablemente uno de los más radicales. Su relevancia dentro de "la corcholatería" se basa en que tiene muchos seguidores en redes sociales y en las calles, es popular, jala gente.

"Los Duros".

"Los Moderados"

La suerte de Ebrard y Monreal está vinculada al crecimiento que tenga en pocas semanas la corriente de los "negociadores" o "blandos", como también se les llama. Si se fortalece el cálculo político de que este perfil de funcionarios debe tener un rol preponderante en el futuro del movimiento, ellos potencian sus posibilidades de tener un lugar privilegiado en el próximo sexenio.

Aunque ya no participa formalmente en el gabinete, la voz de Alfonso Romo es favorable para crear un clima que recuerda la importancia de mantener lazos con el poder empresarial y fortalecer la relación con otros países, también cultiva la idea de tender puentes con la oposición para conseguir los objetivos políticos. El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, aunque no se mete en asuntos del partido, también abona a resaltar la relevancia de ser "negociadores", "políticos", "pragmáticos".

"Pocos saben que Andrés Manuel es muy, muy pragmático, casi todos lo ven como un radical, pero ya optó una vez por dejar como sucesor a un negociador, a Marcelo, cuando dejó el gobierno del Distrito Federal. Ojo, eh", comenta un obradorista de mil batallas que simpatiza con Sheinbaum.

Los gobernadores están del lado de "los duros". La mitad juegan con Adán Augusto y la otra mitad con Sheinbaum, un factor que desfavorece a "los moderados", quienes en cambio sí tienen un buen abanico de apoyos entre los senadores. Destaca la feminista Malú Micher, pero en ese sector también se encuentran Nancy Sánchez, Eli Cervantes, Bertha Alicia Caraveo, Adolfo Gómez Hernández y Rafael Espino, entre otros.

A los monrealistas Eduardo Ramírez, Alejandro Armenta y Mónica Fernández Balboa se les ha visto cercanos al aún secretario de Gobernación, pero en realidad comulgan con posiciones más pragmáticas y negociadoras, de corrimiento al centro.

El senador Raúl Bolaños, del PVEM, llama la atención por su juventud y porque muchos lo consideran cercano a Monreal y a Ebrard. A la "corcholata verde" y senador Manuel Velasco, aunque es cercano a Adán Augusto, se le considera dentro de este espectro ideológico.

La ex subsecretaria Martha Delgado es uno de los personajes más leales a Marcelo Ebrard, su voz legitima las posiciones informadas, documentadas, y tiene venas comunicantes con sectores moderados del morenismo.

Los obradoristas consultados comentan que el objetivo clave para los aspirantes moderados es convencer al 60 o 70 por ciento de los mexicanos que simpatizan con el presidente de que ellos son la opción de "cambio sin ruptura", de llevar al movimiento un escalón arriba, "sin traicionar al presidente", "sin entregarse a los empresarios".

Los dados de la Meta 2024 están echados, queda ver cómo se mueven "duros" y "moderados" en estos días en que lo importante es convencer a los ciudadanos que tengan la suerte de ser consultados por las encuestadoras que jugarán un rol determinante en la sucesión presidencial.

"Los Moderados"

MO

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