Docentes acusan falta de revalorización tras derogación de reforma educativa

A cuatro años de creada la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (Usicamm), los procesos de admisión y promoción docente al sistema educativo mexicano siguen siendo poco transparentes y discrecionales: no existe una lista pública de las plazas disponibles, hay denuncias de la distribución indebida de las bases de datos de docentes con fines económicos y la burocracia provoca que las escuelas se queden sin maestros por varios meses.

Tras la derogación de la reforma educativa de Peña Nieto que defendía evaluaciones punitivas, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador expidió en 2019 una nueva Ley General de Educación, así como una nueva Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, que prometió la redignificación del docente mediante la mejora del salario y posición.

De ello, derivó la USICAMM, un órgano administrativo desconcentrado con autonomía técnica, operativa y de gestión, adscrito a la Secretaría de Educación Pública (SEP), que se encargaría de promover y vigilar la realización de los concursos y procesos de: admisión, promoción vertical (ascenso, aumento de salario, cambio de funciones), promoción horizontal (estímulos por niveles y reglas de incorporación) y reconocimientos (estímulos y opciones de desarrollo).

No obstante, desde que entraron en vigor estas disposiciones existen profesores que siguen esperando su promoción dentro del sistema educativo.

Con 19 años de experiencia frente a grupo, Abel González, profesor de secundaria, desde 2021 está en la lista de prelación para la promoción a subdirector y en 2024 vence la vigencia de ésta, por lo que deberá repetir el proceso en la búsqueda de mejorar su posición en el sistema docente.

Sin embargo, advierte que la espera y la burocracia desanima, pues conoce de casos de escuelas en los que pese a que hay plazas disponibles, no se asignan porque todo se debe hacer desde USICAMM.

“Pero no hay información pública sobre cuántas son las plazas disponibles y cuáles son las posibilidades reales de alcanzar una. Además, muchos maestros están de licencia, sin embargo, el director del plantel no puede designar o sugerir a un docente, porque la orden debe venir de USICAMM, proceso que no es claro cómo funciona”, refiere.

Francisco Bravo, director y maestro en la escuela Leonardo Bravo, en la alcaldía Cuauhtémoc, reclamó que no existe información pública para conocer el número de plazas disponibles.

La burocracia de la Unidad deriva que en el caso de la escuela cercana a su plantel, haya pasado medio año sin un docente frente a grupo, lo que provoca que la directora y subdirectora deba turnarse para cumplir con labores administrativas y docentes.

“Son 7 grupos y no cuentan con maestros suficientes desde hace medio año. De por si falta un maestro y si llega a faltar otro, la directora y la subdirectora están cubriendo el puesto, por lo que tienen que dejar al grupo un momento, hacer cosas administrativas y volver a clases y así, no trabajan de manera regular”, explicó.

Asimismo, los docentes de educación básica han denunciado que han recibido, sin solicitarlo, anuncios de cursos o talleres de supuesta preparación para participar en los concursos de promoción horizontal.

Bravo explicó que existe inflexibilidad para otorgar plazas, interinatos o cambios de adscripción.

“Se aplica un control muy estricto sobre las propuestas para trabajar, hay maestros que solicitan un interinato pero el control no les permite trabajar, el control férreo de la designación y todo es un mundo burocrático para cubrir vacantes en las escuelas, en las que el maestro tuvo necesidad de pedir licencia, se vuelve muy tortuoso”, relató.

El propio Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ha reclamado que la Unidad vulnera los derechos laborales y frena el desarrollo profesional de los docentes.

HCM