Los cambios en la economía derivados de los resultados de las elecciones presidenciales la próxima semana no se notarán sino hasta principios del próximo año, para bien o para mal, de acuerdo con Daniel Rodríguez, vicepresidente de Symphony RetailAI.
El especialista explicó que además la incertidumbre que se vive en el país actualmente, se conjugan en el momento dos eventos importantes para los mexicanos: las elecciones presidenciales y el Mundial de Futbol, que impactan el ambiente, estilo de vida y comercio de los mexicanos.
Contrario a lo que se puede llegar a pensar, los meses de julio a diciembre de este año no serán una locura y específicamente desde la perspectiva del comercio, las misiones de compra y los comportamientos del consumidor, habrá dos escenarios: el del consumidor y el de la industria, comercio minorista o a detalle, autoservicios, departamentales y especializadas, así como proveedores, con incertidumbre que se vive en cuanto a los niveles de inversión o endeudamiento.
“Desde la perspectiva del consumidor, las rutinas continuarán siendo muy parecidas a las de dos años anteriores: antes y después de las elecciones está el Mundial de Futbol, y siendo nosotros un país futbolero, por supuesto que seguiremos hablando de los mejores goles y la quiniela hasta finales de julio”, argumentó.
Sin embargo, detalló que las cifras de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), demuestran que el crecimiento durante los mundiales no son tan altas como uno esperaría; en Brasil 2014 las ventas crecieron un 3.8 por ciento, a unidades iguales, y durante Sudáfrica 2010, el alza de las ventas fue de 4.3 por ciento.
El mejor junio para la ANTAD desde hace 18 años fue el del 2012, en pleno cierre de campañas electorales, con un crecimiento registrado de 14.9 por ciento.
De acuerdo con Rodríguez, es importante también considerar que otro tema que demuestra confianza en la economía es el gasto vacacional de los mexicanos: dependiendo de quién gane, las familias designarán el presupuesto que habrá que destinarse a este rubro, pero descartó que los mexicanos dejen de “darse esa escapadita de la rutina”.
Posteriormente, los meses de septiembre y octubre demostrarán efectos “interesantes” en la industria; se acerca el fin de año y es el momento en el que las empresas toman medidas en ventas si van bien o si desean incrementarlas, y es cuando comienzan las ofertas nocturnas, el Buen Fin y otros programas de estrategias comerciales para incentivar las ventas.
Por otro lado, las festividades son un factor muy importante, sobre todo en México. Estas desvían la atención y hace que la rutina de los consumidores continúe preparándose para el Día de Muertos o Navidad, ya que son fechas que no se dejan de celebrar sobre todo para las familias con hijos pequeños. Y finalmente, el consumidor se estará preparando para el regreso a clases.
Es decir, más allá de los temas políticos o electorales, los consumidores mexicanos seguirán llevando a cabo sus rutinas de gastos de manera similar a como lo han hecho siempre.
“No será hasta pasada la temporada de fiestas, alrededor de enero o febrero, que los mexicanos empezarán a tener una mayor conciencia de lo que pasa y de que esperar para hacer los ajustes necesarios”, argumentó Rodríguez.