Claudia Sheinbaum le dice la medianera; Layda Sansores, Martes de Jaguar; Rubén Rocha Mora la semanera; Indira Vizcaíno la cita como “Diálogos por la transformación”; David Monreal, “La nueva gobernanza”. Otros hasta copiaron el nombre: la mañanera. Es la estrategia de comunicación de algunos mandatarios de Morena inspirada en las conferencias del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Véase si no: revelar actos de corrupción del pasado es un contenido común en las conferencias de Layda, de Vizcaíno, de Marina del Pilar Ávila Olmeda, de Miguel Barbosa y de Cuitláhuac García.
Layda, por ejemplo, dio a conocer audios donde se escucha al dirigente priista, Alejandro Moreno, cometiendo supuestos delitos. Martes de Jaguar es transmitido por Facebook y conducido por ella, el set es su despacho y los asistentes son funcionarios; las conferencias que ha ofrecido Layda en nueve meses son solo tres.
Marina del Pilar, de Baja California, cada miércoles ofrece su mañanera para hablar sobre las investigaciones a ex funcionarios del gobierno de Jaime Bonilla, a quien nunca menciona.
En tanto, Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de Ciudad de México; Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz, y Miguel Barbosa, de Puebla, recurren a la confrontación.
Sheinbaum ha acusado al INE cada vez que la sancionan por violar la veda electoral y, en sus conferencias, nunca falta la misma cromática que usa AMLO: guinda con blanco.
Por el contrario, Barbosa evolucionó de la conferencia semanal al Zoom diario, donde no solo ha revelado proyectos de obra pública en Puebla, también se ha confrontado con adversarios.
Por su parte, el sonorense Alfonso Durazo, como el gobernador de Zacatecas, David Monreal, no quieren preguntas incómodas. En el caso de Durazo, sus conferencias son cada martes en Hermosillo y se transmiten por el canal estatal en YouTube y por Facebook, pero nunca se confronta con nadie y las preguntas que le hacen son “a modo”.
Monreal, hasta hace unas semanas, le ordenó a sus funcionarios no emitir declaración alguna, pues solo él estaba autorizado para hablar en “La nueva gobernanza”, que impuso en el canal del estado tras despedir a algunos conductores que lo criticaban.
Cuitláhuac es quien más ha arremetido contra la prensa, pues reporteros que abordan temas incómodos o evidencian a malos funcionarios y corrupción en Veracruz han sido agredidos verbalmente por el gobernador.
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Quien también ha tenido sus encontronazos con los medios es el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya. El más reciente fue por el grupo armado que en la sierra de Badiraguato detuvo el camión de periodistas que cubrían la gira de López Obrador.
El gobernador dijo que a los enemigos les da por destacar lo malo que hay en Sinaloa. “En el pasado ocurrió esto, no sé por qué los medios no habían tenido tanta viveza para dar a conocer esto”, se quejó el lunes 30 de mayo.
En cambio, Alfredo Ramírez Bedolla y Miguel Ángel Navarro, gobernadores de Michoacán y Nayarit, respectivamente, tienen una relación cordial con los medios de comunicación.
Ramírez Bedolla convoca cada semana a rueda de prensa en Casa Michoacán, donde recibe a los reporteros con café y jugo, para luego presentar sus programas relevantes y después abrir una sesión de preguntas.
Navarro, mientras tanto, habla todos los lunes en una conferencia abierta y que se transmite por redes sociales sin censurar a nadie; el mandatario estatal tampoco se confronta con ningún político de Nayarit.
Sin embargo, también gobernadores morenistas que se encuentran muy lejos de replicar las conferencias mañaneras.
Tal es el caso de Evelyn Salgado Pineda, gobernadora de Guerrero, quien prefiere no presentarse a eventos a los cuales acudan medios de comunicación, por lo que toda la información oficial se difunde a través de las plataformas gubernamentales.
Han sido pocas las oportunidades en las que reporteros locales han podido cuestionar a Salgado sobre la inseguridad que asola a Guerrero.
En tanto, en Chiapas, Rutilio Escandón tampoco ofrece conferencias con la presencia de reporteros locales.
El gobernador preside, todos los días a las 8 de la mañana, la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz y la Seguridad, en cuyas sesiones no se permite acceso a los medios.
Escandón no suele opinar sobre la coyuntura política, tampoco ataca a la prensa ni a la oposición y es únicamente comunicación social del gobierno del estado quien emite boletines todos los días.
Por otro lado, en Tabasco, Carlos Manuel Merino, el gobernador interino, no ofrece conferencias matutinas a los medios porque maneja una política de bajo perfil y, por ahora, únicamente concede entrevistas de banqueta.
En Tabasco es la Unidad de Información del Ejecutivo la que se encarga de redactar y distribuir boletines, pues el gobernador Merino busca evadir a toda costa el golpeteo político.
Víctor Castro Cosío, gobernador de Baja California Sur, solo ha tenido dos encuentros con la prensa: el primero para informar que su gobierno sería cercano a los medios y el segundo para enaltecer a la anterior administración por disminuir la violencia en el estado.
Cuando llega a tener algún evento, la vocería avisa que no habrá acceso a la prensa y la comunicación se basa en boletines.