Primer acto: Lázaro Cárdenas Batel (1964) le renuncia a López Obrador como su coordinador de asesores; ya no puede aprobar que el presidente ofenda a Cuauhtémoc Cárdenas, su padre, desde la conferencia de Palacio Nacional.
Segundo acto: más de un año después, la presidenta electa Claudia Sheinbaum designa a Lázaro como el jefe de la Oficina Presidencial.
Tercer acto: la izquierda malmirada por el obradorismo celebra el reencuentro del cardenismo y de otras izquierdas que con López Obrador han sido desvaloradas.
Pero antes de llegar a este momento político, el adolescente Lázaro quiere ser músico. Todo el tiempo golpea la mesa como si estuviese tocando un tambor. Con ese nombre y apellido, pronto entiende que la política es una herencia que lo perseguirá toda su vida.
Sin hacer a un lado el sabor por la percusión, empieza a aprender de su padre, quien ya para ese tiempo gobierna Michoacán. Su abuelo, el general Lázaro Cárdenas, ha muerto diez años antes y apenas ha alcanzado a jugar con el nieto.
Lázaro estudia Etnohistoria en la ENAH. Al terminar la carrera, en 1987, se involucra con la llamada Corriente Democrática, fundada por su padre, por Ifigenia Martínez y por Porfirio Muñoz Ledo. Cuando dicha corriente rompe con el PRI, Lázaro asiste al ingeniero en la construcción del Frente Democrático Nacional. Un frente que, en 1988, competiría en las urnas con el PRI de Salinas de Gortari y de Manuel Bartlett, entre otros turbios pasados.
Si bien Sheinbaum ha dicho que conoce desde hace más de 36 años a Lázaro “por razones casi familiares”, algunas fuentes consultadas por MILENIO ubican a ambos trabar amistad durante las reuniones que se realizan entre los representantes del Consejo Estudiantil Universitario y el ingeniero Cárdenas, en la casa que tiene este en Las Lomas, para respaldar su candidatura presidencial frente a las otras dos: la de Rosario Ibarra y la de Heberto Castillo.
“Lázaro casi siempre estaba presente en esas reuniones, pero sin protagonismo”, recuerda Emilio Ulloa, entonces alumno del Politécnico e integrante de la Coordinadora Estudiantil Politécnica. “Se podría decir que Claudia (representante de la Facultad de Ciencias) y Lázaro se hicieron amigos por ideología, pero también por edad: los dos rondaban los 25 años”.
Consumado el fraude electoral de Salinas de Gortari, integrantes del CEU acuden al monumento del emperador Cuauhtémoc, en Insurgentes y Reforma.
“Y como Claudia (Sheinbaum) sabe escalar, se subió y le puso la banda presidencial a la estatua”, se acuerda Ulloa. “No recuerdo si iba Lázaro, pero el monumento fue nuestro primer presidente legítimo; los periódicos publicaron esa foto”.
Para entonces, Lázaro acompaña a su padre en la transformación del FDN a un partido político: el PRD, en 1989. A partir de entonces, Lázaro acudirá como delegado perredista al Foro São Paulo.
Paralelamente, retoma la percusión y viaja a Cuba a especializarse. En 1997 es electo diputado federal y, desde la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Indígenas y Cultura, presenta una iniciativa para que los mexicanos residentes en el exterior puedan votar en las elecciones de México.
De diputado salta a senador, pero sólo dura un año porque, con la influencia política de su padre en Michoacán, es electo el candidato a la gubernatura. Al saber que la tiene perdida, el panista Felipe Calderón decide no buscar la candidatura por su partido. Lázaro gana el poder sin mayor reto.
- Te recomendamos Claudia Sheinbaum presenta a Cárdenas Batel como nuevo integrante de gabinete | EN VIVO Política
Durante la gubernatura, los opositores más racistas y xenófobos le cuestionarán a Lázaro el por qué trae médicos cubanos a Michoacán. No falta el misógino que culpa a Mayra Coffigny, esposa de Lázaro, de la ‘influencia cubana’ en el gobierno. Pero no todo es rumba: la Familia Michoacana y Los Zetas, principalmente, empiezan a ganar territorio. Lázaro pide ayuda a Vicente Fox, pero éste lo ignora.
Hacia 2005, después del desafuero de López Obrador, Lázaro entiende que el tiempo de su padre ha pasado y a quien debe de respaldar como candidato presidencial es a él.
“Me consta que Lázaro fue a contracorriente de Cuauhtémoc para respaldar a Andrés”, dice una de las fuentes. “En ese tiempo Calderón buscó a los Cárdenas y se habló de traición, pero Lázaro nunca dudó en apoyar a Andrés”.
El fraude electoral de 2006 no detiene a Lázaro para pedirle al presidente electo Felipe Calderón que mande al Ejército a Michoacán ante tanto homicidio.
“Calderón se aprovechó de la violencia que se había soltado en el estado para anunciar ahí su 'guerra contra el narco'”, dice Ulloa.
Después de la gubernatura, Lázaro se va de investigador al Mexico Institute del Woodrow Wilson International Center for Scholars, en Washington, donde se hará miembro del consejo consultivo, al igual que en WOLA, una ONG dedicada a la promoción de los derechos humanos en América Latina.
Luego se integra al Grupo de Análisis Político de la Secretaría General de la OEA, además de ser jefe de Misión de Observación Electoral en Nicaragua, Ecuador y Uruguay.
- Te recomendamos El gobierno de un país como México nunca será algo sencillo: Lázaro Cárdenas Batel Política
El 21 de agosto de 2018, el presidente electo López Obrador lo nombra como su jefe de asesores. “Fue una cuota política más que una posición de poder”, dice una colaboradora del Presidente. La mayoría de los pronósticos aciertan: el gabinete de López Obrador es López Obrador y poco puede Lázaro influir.
Desde ese cargo, Lázaro observa los cuestionamientos de su padre al Presidente: la ratificación del T-MEC, la construcción de Dos Bocas, la validación para que Jaime Bonilla pretenda ampliar su mandato, ‘el trabajo sucio’ en materia migratoria, la revocación de mandato… Y desde ahí escucha a López Obrador llamarle “adversario político” al ingeniero. La gota que derrama el tanque es cuando no invita a Cuauhtémoc al 85 aniversario de la Expropiación Petrolera.
El 17 de marzo de 2023, Lázaro le renuncia a López Obrador. “Cumplí ciclo, nunca he cambiado de trinchera”, dirá cuando Sheinbaum lo anuncie como jefe de la Presidencia más de un año después.
“No sólo es un pago político al apoyo que los Cárdenas le brindaron a Claudia en la campaña; es el reencuentro del cardenismo y de otras izquierdas que con López Obrador fueron desvaloradas”, dice una de las fuentes, quien asegura que el nombramiento de Cuauhtémoc Cárdenas como una suerte de director vitalicio de Pemex podría ser la última sorpresa del gabinete.
Dicen que el cardenismo está de regreso.
- Te recomendamos Gobernador de Michoacán reconoce a Cárdenas Batel como un hombre de experiencia y liderazgo Estados
EHR