Por: Julieta del Río Venegas
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
Contar con órganos autónomos incompletos e imposibilitados para realizar sus funciones constitucionales no solo afecta el sistema de equilibrios que hemos construido a partir de décadas de luchas ciudadanas, sino que también abre la puerta a su captura política. El propio INE se encuentra en esta encrucijada, pues la aprobación del llamado “Plan B” electoral disminuye su servicio profesional e impacta de manera directa en su operación. Asimismo, la tensión política —y las trabas puestas en la Cámara de Diputados— en el proceso para renovar, en abril próximo, a cuatro de los once consejeros electorales, se enmarcan en este contexto, así como la politización en torno a la integración del Comité Técnico de Evaluación que se encuentra analizando los perfiles de las y los candidatos a consejeros. Ante un escenario de incertidumbres, es urgente que el Senado designe a dos comisionados en el INAI antes del 31 de marzo. Agradecemos las muestras de solidaridad y el apoyo que nos han hecho llegar sectores de la sociedad civil, la academia y la sociedad en general. Aunque haya actores políticos que no estén de acuerdo con nuestra labor, seguiremos trabajando día a día para garantizar los derechos de acceso a la información y protección de datos personales.