“Que nuestras diferencias no nos dividan, sino que sean la fuente de propuestas y de soluciones compartidas a los distintos retos que enfrentamos”.
Así concluía el último discurso que preparó Ifigenia Martínez como presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, después de colocar la banda presidencial a Claudia Sheinbaum tras recibirla de Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, su estado de salud ya no le permitió hablar frente al Congreso General e invitados que acudieron el pasado 1 de octubre a la ceremonia de la toma de protesta de la presidenta de la República en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
La economista y política de izquierda celebraba en su discurso que la llegada de Claudia Sheinbaum a la Presidencia “es la culminación de una lucha que hemos atravesado generaciones enteras de mujeres, quienes, con valentía, desafiaron los límites de nuestros tiempos. Hoy, junto con ella, llegamos todas y abrimos paso a una nueva era”.
Ifigenia Martínez se preparó para decir frente a Sheinbaum y López Obrador: “hoy las mujeres junto a los hombres estamos listas para continuar construyendo el país que soñamos. El de un México libre e igualitario".
“Un país donde el liderazgo femenino dejará de ser la excepción, para convertirse en norma. Desde esta soberanía le decimos que no está sola. Que la lucha por la justicia y por la igualdad es de todas y todos. Y que no descansaremos hasta lograr una democracia plena, donde no haya distinción de género, clase o condición”.
En cambio, sin pronunciar discurso alguno, pero esforzándose por estar presente en la ceremonia de toma de posesión, Ifigenia Martínez se llevó un beso en la frente del presidente saliente y la presidenta entrante.
MO