Los aspirantes a las candidaturas de los municipios de mayor violencia en el estado de Guanajuato que son: Celaya, Salamanca, Salvatierra, Apaseo el Alto, Villagrán, Juventino Rosas, Cortazar, entre otros tendrán un doble reto pues deberán hacer frente a la pandemia y a la violencia, de acuerdo al Investigador académico y analista político; Saúl Arellano, se prevé un recrudecimiento de la violencia con la intervención de los grupos delictivos en los procesos electorales para beneficiar o perjudicar a candidatos de la zona.
"Ha ocurrido en otros territorios que ante la ola de violencia y la escalada de la violencia, en lugares donde el crimen organizado tiene candidatas y candidatos, por ganar y garantizarles el triunfo, justamente antes de los procesos electorales se incrementa la violencia, es decir que generan miedo o terror en la población y esto lleva a que incluso la gente no quiera salir”.
Se trata de municipios que concentran la mayor cantidad de elementos de policía asesinados, la tasa de homicidios más alta y que registran gran parte de los ataques a políticos y servidores públicos que al momento van 24; dentro de los precedentes de violencia en época electoral se tiene el asesinato del candidato Remedios Aguirre de Apaseo el Alto en 2018 y del Precandidato de Juventino Rosas, Juan Antonio Acosta Cano en este año.
La violencia afecta además la calidad de la democracia, dado que desincentiva las aspiraciones de contender, tal es el caso del municipio Pueblo Nuevo donde el PRI declaró desierto el proceso de registro de precandidatos, a la larga esto lleva a que sean siempre los mismos personajes los que se repitan en los cargos de elección.
“Se designan las candidaturas en función de grupos políticos, en función de grupos de interés, de amiguismos, compadrazgos, la complicidad en la protección de ciertos intereses y desde luego que esto también atenta contra la calidad de la democracia, ya que vemos de candidatas y candidatos que salen de hacer una pésima gestión y brincan a ser candidatas y candidatos a diputadas o diputados en lo local o federal”, agrega Arellano.
Avanzar a un proceso electoral limpio y competitivo requerirá que los partidos políticos pongan más filtros al momento de escoger a sus candidatos y un blindaje en materia de seguridad entre las instituciones electorales y del estado.