La Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral (INE) rechazó que el canciller Marcelo Ebrard haya caído en una violación electoral al difundir la respuesta que envió a The Economist, tras llamar al presidente Andrés Manuel López Obrador "el falso mesías", por lo que negó la petición del Partido Acción Nacional (PAN) de ordenarle retirar el tuit con la carta.
El PAN denunció al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, por publicar una carta que envió al semanario The Economist en respuesta a la publicación en la que llamó al Presidente de México “el falso mesías”, pues el partido consideró que el documento cae en propaganda gubernamental prohibida durante el proceso electoral.
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El proyecto declaró la improcedencia de la medida cautelar contra el canciller “porque no fue realizada con la finalidad de emitir logros de gobierno ante la ciudadanía sino que fue en reacción o respuesta al posicionamiento emitido a un medio de comunicación extranjero, asimismo se toma en consideración el contexto del tuit denunciado y las circunstancias particulares que rodean este caso, siendo que se considera la determinación de la validez o no de este comunicado y no implica gravedad que amerite una medida cautelar”.
Las consejeras Claudia Zavala y Adriana Favela coincidieron en que si bien la carta habla de acciones del gobierno, en el análisis para llegar a esta improcedencia fue fundamental considerar el contexto en que se realiza, pues es una reacción a una publicación periodística.
“No cabe dictar la procedencia de las medidas cautelares. Decir que se baje esa publicación porque es una respuesta a un medio de comunicación que opinó de la forma de ver al gobierno desde el extranjero”, señaló Zavala.
El consejero presidente de la comisión, Ciro Murayama, agregó que el tuit del canciller “tiene que ver sobre la polémica que se dio entre el gobierno federal y el semanario inglés que hace una crítica y el secretario de Relaciones Exteriores responde a la editora de esa edición enviando una carta en la que hace distintas consideraciones críticas a las notas periodísticas contenidas en la revista”.
Por lo que “difícilmente, bajo apariencia del buen derecho, la réplica a una publicación puede considerarse propaganda gubernamental. Es simplemente una reacción”.
JLMR