A unos días de las elecciones, los partidos, Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Encuentro Social Hidalgo (PESH), están de acuerdo en que haberse unido en coalición para este proceso electoral fue la mejor decisión que pudieron haber tomado.
“El país lo amerita”, justifica Julio Valera, dirigente estatal priista. “Lo que hoy nos estamos jugando tiene que ver con lo que hemos construido muchos partidos. La coalición se da por el simple hecho de que hay cosas que están en riesgo. Nuestros valores se mantienen, también nuestros aspectos identitarios, pero hay una agenda común de cosas que nos preocupan a todos”, agrega.
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Para Valera, la democracia mexicana ha sido construida con aportaciones de todos los partidos, mucho antes del 2018. “Hemos construido un equilibrio de poderes, un México de oportunidades, que hoy se ve amenazado. Pasa en todos los países del mundo; cuando el autoritarismo toca a las puertas, los enemigos acérrimos pueden juntarse.
“En nuestro caso no es así. Son partidos con los que hemos dialogado. Las coaliciones, al final del día, son para la gente, por la gente, por mantener y defender lo que nos ha costado durante muchos años”, reitera.
Las declaraciones de principios no se contradicen, tampoco los estatutos. Los cuatro dirigentes han definido una agenda clara de coincidencias. “Estamos todos de acuerdo en que tenemos que defender el equilibrio de poderes. Este es un país que necesita contrapesos, necesita de un Congreso que sea un órgano orientador, no una aduana que simplemente sanciona todo lo que llega.
“Si bien podemos tener principios y formas diferentes, nos hemos puesto de acuerdo para construir las instituciones, para constituir los organismos autónomos como árbitros del país, fundamentales para un país que se diga progresista”.
Están de acuerdo en la defensa del Instituto Nacional Electoral, organismo que no pertenece a partido alguno ni al Gobierno en turno. “Es un árbitro que ha permitido que este país avance en democracia y estabilidad. Hoy tenemos un presidente de la República de un partido que llegó por la visión autónoma de este organismo, que pudo consolidar una transición política de manera pacífica”, destaca.
Están de acuerdo en que la Federación no le puede quitar dinero a los estados. “Nos quitaron 2 mil 500 millones de pesos. Hoy tenemos a los municipios con mayores problemas de los que han tenido en muchas décadas, porque no tienen los recursos. Es impensable que hoy les quitaran recursos para capacitar a las policías, con el Fortaseg (Programa de Fortalecimiento para la Seguridad), por ejemplo”.
Están de acuerdo en que el sector que más ha perdido son las mujeres. “Se les quitó Prospera, que era un programa para 7 millones de mujeres, que beneficiaba a 30 millones de personas. Se les quitó el derecho que tienen las mujeres a trabajar, un derecho que estaba consagrado con programas que les permitían esa condición, como las Estancias Infantiles.
“Quitárselas no es quitar el lugar donde los niños los dejas un rato, es quitarles el derecho de trabajar, la igualdad de derechos para poder laborar. También se quitaron los refugios que eran importantes para las mujeres que viven violencia, infiernos de donde difícilmente pueden escapar, menos si no tienen las posibilidades…”
Los partidos llegaron a la conclusión de que no podían seguir contemplando la caída en picada de la economía. “Y no es producto de la pandemia, hay que decirlo: cuatro trimestres anteriores veníamos en las mismas condiciones. Hay una pandemia económica, con la diferencia que esta está en terapia intensiva y sin acceso a respirador”, declara.
Mientras los países del mundo destinan suficiente recurso para rescatar la economía, en México, una de cada tres unidades económicas ha quebrado. “Y no se ha movido una coma. No se sabe qué se va a hacer con toda la gente que perdió el empleo”, reclama.
“Y así te podría decir infinidad de cosas en las que estamos totalmente de acuerdo, como la libertad de expresión: parte de la democracia es ese conjunto de voces y ese coro desafinado en donde todo mundo tiene el derecho a expresar lo que piensa, y hoy se ve amenazada.
“Pareciera que hay una línea editorial única, que si no estamos de acuerdo con ella entonces estamos en contra, y eso no puede funcionar, es una libertad fundamental que hemos conseguido”.
El priista podría seguir enlistando razones, pero prefiere aclarar: “No hay ninguna incongruencia, no hay choque. Estamos defendiendo el México democrático. Tenemos claro que no estamos peleando por un proyecto político de un partido que quiere llegar al gobierno, sino por un proyecto que garantice la vida institucional”.
La agenda de la coalición Va por Hidalgo se resume en dos objetivos: defender a Hidalgo y salvar a México. “Porque a Hidalgo le va bien, pero con la alianza le va a ir mejor. Aquí tenemos educación, salud, inversiones… mientras tenemos un país que está detenido. La apuesta es que Hidalgo no se parezca a México, pero sí que México empiece a parecerse un poco a Hidalgo”, comenta.
“Unidos somos más fuertes”, es la frase que se repite una y otra vez en la campaña por el Congreso local y el Congreso de la Unión. “Porque estamos en una suma de esfuerzos, no de ideologías”, aclara Valera. “Hay esquemas a los que no vamos a renunciar”.
Candidatos, estructuras y estrategia
Están de acuerdo en que van a ganar el próximo 6 de junio; esa confianza tal vez provenga de que, como coalición, hoy gobiernan 55 municipios del estado. “Tenemos extraordinarios candidatos. Desde el pasado proceso electoral, parte de la estrategia fue escoger a candidatos de carne y hueso que la ciudadanía vea con buenos ojos; que no haya cuotas, cotos ni cuates”, dice.
“Lo primero es tener mujeres y hombres de servicio, de experiencia, de trabajo. Lo siguiente es tener una estrategia que no tenga improvisaciones ni ocurrencias. Estamos echando toda la carne al asador, estamos listos en este momento para salir a ganar, porque hemos venido trabajando mucho”.
Valera Piedras asegura que la alianza tiene una estrategia definida para cada una de las mil 786 secciones electorales que estarán en juego. “Sabemos dónde está nuestra fortaleza y dónde el voto ha sido volátil. Tenemos que ir a convencer, a demostrarles con toda claridad, mirándolos a los ojos, que hoy el PRI gobierna mejor, eso sí no es debatible”.
El desafío es convencer a todos aquellos que en 2018 buscaron otra opción y que hoy han visto quebrantadas sus expectativas. “Decía Napoleón que, si ves que el enemigo se equivoca, no lo distraigas”, advierte.
Para lograrlo, los dirigentes se reúnen una o dos veces por semana. “En la pasada elección éramos adversarios; históricamente hay municipios en donde hemos sido adversarios, y tenemos que adaptarnos a un entorno aliancista”, describe el tricolor.
Hacía falta un análisis FODA para definir las fortalezas y debilidades de la coalición. “Tenemos fortalezas territoriales cada uno de los partidos, tenemos estructuras que funcionan y que han demostrado que funcionan. ¿Cuáles son nuestras debilidades? Hemos tenido una confrontación histórica en determinadas regiones o se puede dar el tema de la simulación de las estructuras cuando no vas enarbolado.
“Para cada una de esas debilidades y amenazas hemos construido un plan de trabajo concreto. Nos sentamos a ver cuáles eran nuestras debilidades, nuestras áreas de oportunidad… en un escenario en donde la gente está percibiendo la realidad de un país que no avanza. En ese entorno jugamos con nuestras cartas a nuestro favor”, revela.
La alianza ha establecido una mesa de operación política, en dónde se realizan este tipo de ejercicios: “¿Qué pasa si Elliott no se lleva con Enrique, y hoy tienen que trabajar juntos, pero sus familias no se quieren? Alguien tiene que encargarse de que platiquen y que sepan que lo importante son sus hijos”, ejemplifica el presidente.
Además, una mesa de narrativa, en donde se ha establecido qué ofrece la coalición. Ahí se logró que los cuatro partidos reconocieran el trabajo del Gobierno de Hidalgo. “Tenemos el gobernador mejor evaluado del país. En el arranque de campaña, en el Estadio Hidalgo, todas las militancias corearon a una voz a un gobernador”.
Cada movimiento está pensado, como en tablero de ajedrez, para garantizar el triunfo. “Esta es la elección más importante en muchos años. Nunca había estado en la agenda la desaparición del equilibrio de poderes, la desaparición de las instituciones, de los organismos autónomos. Nunca había estado en la agenda el restringir la libertad de expresión, nunca habíamos tenido un problema tan grave de violencia ni un retroceso tan importante en los derechos de las mujeres.
“El autoritarismo está tocando a la puerta”, lamenta Valera y lanza un último llamado: “Esta elección no es para los próximos tres años de los diputados, es para las próximas generaciones. Esa es la trascendencia de la que estoy plenamente convencido”.
¿Cualquiera puede ser diputado?
Legalmente cualquiera puede ser diputado, es lo que marca la ley. Yo creo que no cualquiera debiera ser diputado. Debe ser alguien que tenga trabajo que le respalde y una auténtica vocación de servicio y ganas de querer trabajar la tarea que se encomienda. Tenemos expresiones muy concretas de diputados que no han regresado a sus distritos; si tú te das una vuelta por las comunidades, pregunta si conocen al diputado… hay muchos que llegaron, ni los conocieron ni los conocen y ya se van.
Hoy la ciudadanía debe tomar ese contraste de elegir a gente que conozca, que sepa de su trayectoria. Para gobernar se requiere ciencia, para ser diputado también. Hoy la gente se da cuenta en dónde no hubo experiencia, dónde no hubo trabajo, y eso nos cuesta a todos. La gente necesita representantes populares que peleen por recursos para obras de calidad y buenos servicios, los recursos se definen en el Congreso. Es lo que hemos buscado en nuestros candidatos: capacidad probada, experiencia y un profundo compromiso.
Tenemos a los mejores candidatos, no tenemos dudas, porque ninguno llegó, como sucedió en otras expresiones, como una imposición de grupos que luego hay por ahí… de pasados oscuros y presentes cuestionables.
¿Cómo sería un país sin Poder Legislativo?
Nos vamos a lo básico de la teoría política: un país democrático es un país de equilibrios, es algo que no podemos perder. Tenemos tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Ese equilibrio es lo que hace posible la vida democrática y la vida de libertades y derechos para la ciudadanía. Un poder es la posibilidad de equilibrar a los demás, y por ello es importante que un poder no quiera avasallar a otro. Al Congreso federal le toca que los estados tengan la posibilidad de una representación.
Creo que los diputados son fundamentales para representar los intereses de los estados y no a otro poder, porque entonces ese equilibrio de poder lo estamos perdiendo. El Congreso local es un organismo que también equilibra el poder y ayuda al ejercicio de los recursos y las políticas públicas. Dicen que la democracia no es perfecta, pero es lo que tenemos para que una ciudadanía viva en derechos y libertades, en un país de oportunidades.