Desabasto de agua, inseguridad y finanzas, los retos de Samuel García

El gobernador electo además tendrá que lidiar con un Congreso local de oposición, y un transporte colapsado.

Samuel García. (Jorge López)
Sandra González
Monterrey /

El estado de Nuevo León enfrenta diferentes crisis en áreas de suma importancia para el desarrollo que el nuevo gobierno de Samuel García tendrá que sobrellevar y resolver en el corto plazo.

Por ejemplo, en materia de Finanzas, además de los recursos limitados por la Federación, Nuevo León tiene actualmente una deuda que asciende a casi 80 mil millones de pesos entre largo y corto plazo, así como los adeudos de organismos.

Otro gran problema que recibirá Samuel García es el desabasto de agua.

Con la Presa Libertad apenas en ciernes, el nivel de las presas bajo y la sequía amenazando el suministro de agua en Nuevo León, la administración tendrá que implementar de inmediato estrategias para garantizar el abasto de líquido en los próximos años.

Actualmente la presa Cerro Prieto apenas llega a un 14.86 por ciento de llenado; 'La Boca' cuenta con un 71.69 por ciento de llenado, mientras que 'El Cuchillo' tiene un 53.11 por ciento de su capacidad.

Ante esto se ha informado que a partir de agosto se realizarán cortes programados de 23:00 a 5:00 horas, lo que podría extenderse hasta entrar la próxima administración.

Además, el gobierno entrante recibirá un sistema de transporte colapsado, con solo 2,735 unidades en servicio, un número insuficiente para atender a la población.

También tendrá que resolver el conflicto entre los empresarios y los usuarios, unos demandan ajustar la tarifa que tiene ocho años sin actualizarse y los otros exigen un mejor servicio.

Otros de los problemas que enfrentará el nuevo gobernador es el incremento de delitos.

De acuerdo con el Consejo Nuevo León cinco delitos incrementaron en la entidad en el primer trimestre de 2021.El robo de vehículos tuvo un alza del 16% en comparación con el último trimestre de 2020; y la trata de personas creció 23 por ciento.

El narcomenudeo aumentó a 85 denuncias por cada 100 mil habitantes y los homicidios dolosos incrementaron en ese mismo período un 15 por ciento. Además, los secuestros en el primer trimestre incrementaron un 122 por ciento al presentarse .32 casos por cada 100 mil habitantes.

Todo esto con una policía mermada por el descuido de las instituciones.

Esto aunado a tener un Congreso de oposición con el que probablemente tenga que discutir antes de llegar a una solución.