Integrantes del colectivo Mujeres Organizadas de Tlaxcala realizaron una manifestación simbólica frente al Congreso local para dejar en claro su malestar ante el hecho de que en este periodo de elecciones, quienes buscan un cargo de elección popular aborden la defensa de los derechos de las mujeres, pero no se acerquen a entablar un diálogo
Ahí demandaron que no se politice el discurso feminista y se cumpla con el respeto a sus derechos como ocurre con otros sectores de la sociedad, pues no piden nada extraordinario.
Por otro lado exigieron a la Cámara de Diputados Federal la aprobación de la Ley Olimpia, que castiga la acción de compartir contenido íntimo sin consentimiento las personas involucradas.
A más de un año de que la LXIII Legislatura local aprobara las reformas al Código Penal y la Ley que Garantiza el Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, y que la mayoría de las entidades hicieran lo propio meses después; las manifestantes hicieron un llamado a la Cámara Baja del Congreso de la Unión para que se discuta y avale la legislación antes de que concluya el actual periodo de sesiones.
Con la consigna “Si no hay aprobación, habrá revolución”, las féminas subrayaron que “harán ruido” en los diferentes estados de la República Mexicana para que la Ley no se quede en la congeladora.
Insistieron en la importancia de que la Ley Olimpia sea avalada a nivel nacional para prevenir la violencia digital contra las mujeres, ya que pese a estar aprobada en la entidad aún existe resistencia de parte de algunas autoridades.
Tal es el caso del personal que labora en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), quienes siguen revictimizando a las mujeres que denuncian este tipo de delito e incluso “poner trabas” para no iniciar los procedimientos.
Por todo lo anterior, las mujeres hicieron un llamado a las autoridades estatales para capacitar a los servidores públicos en este tema y tengan empatía con las víctimas. Aunado a ello, pidieron a los candidatos a los diferentes puestos de representación popular no politizar el tema y evitar hacer uso del movimiento feminista para promocionarse.
AFM