“Ya fuimos a votar y ahora vamos a danzar", el uso de urnas electrónicas desató controversia

Crónica

Las urnas electrónicas causaron incomodidad y desconfianza en muchos ciudadanos, mientras que en otros, certeza y seguridad con el uso de esta nueva tecnología.

Danzantes acuden a votar en Coahuila. (Luis Carlos Valdés)
Luis Carlos Valdés
Torreón, Coahuila /

San Judas Tadeo es el santo de las causas imposibles; aquel al que quizás muchos candidatos a diputados en esta elección en Coahuila, debieron encomendarse. Es el santo al que muchos ciudadanos le tienen más confianza y acuden para solucionar un caso imposible. Tan arraigada esta tradición, como lo fue el uso de urnas tradicionales.

Sin embargo, en estas elecciones 2020 en Coahuila, la implementación de urnas electrónicas en algunas casillas fue la novedad, que causó algo de incomodidad y desconfianza en muchos ciudadanos, mientras que en otros, certeza y confianza al tener la habilidad de emitir su sufragio con el uso de esta nueva tecnología.

Cercano a la Escuela Primaria Agustín Melgar, en el ejido La Unión, de Torreón, donde se instaló el sistema de urnas electrónicas, se encontraba Alejandro Sandoval Castorena, miembro de la Tradicional Danza de Pluma ‘Flu’, con otros integrantes que se preparaban para danzar en la colonia Nueva Laguna, en honor a San Judas Tadeo.

“Ya fuimos a votar y ahora vamos a danzar. Me pareció bien el voto en la urna electrónica, creo que tenemos que adaptarnos a todo”, comentó mientras sus compañeros totalmente ataviados con trajes y penachos, subían al camión que los llevaría a su destino.

A unos metros, la entrada a la escuela, que parecía haber abierto sus puertas de nuevo a la educación, por la cantidad de vendedores ambulantes que se encontraban en el exterior, entre frutas, aguas, botanas, chicharrones, el olor a garnachas mezclado con el de la tierra del lugar que se levantaba al paso de los vehículos, mientras los votantes entraban y salían, mientras una mano se extendía y la súplica por la ayuda o limosna de una madura mujer para atender a una hija enferma, estrujaba la tripa más que el antojo.

Al interior, las casillas al interior de algunos salones, los funcionarios, y la urna electrónica. Algunas quejas al aire se lograban escuchar. Tras emitir su voto, Salvador externó: “siento que no es confiable y como son urnas electrónicas, creo que es muy fácil de alterar. Esto es muy fácilmente manipulable y no pueden confirmar el sistema, y si se va el sistema, se puede tener peligro de que los votos sean minimizados, la verdad no le tengo confianza”.

Por su parte, la señora Blanca María sacó todo su enojo: “esto no es nada confiable, este señor es un ratero de primera. Hace lo que le da su gana, la urna electrónica no es nada confiable. Debí poner mi tachita donde me diera mi regalada gana. Ahorita lo hacen perdedizo (el voto), y va a ganar Morena como siempre, y es lo que ya no queremos, gente como él, que está loco”, expuso.

Orlando permitió que se le tomara un discreto video sin que se revelara el partido de su preferencia: “se me hizo interesante esta nueva forma de votar, mucho más práctica y confiable, al igual que el método anterior de ejercer mi derecho ciudadano no votar”.

Alejandro Castillo coincidió en que el formato electrónico de las urnas, hizo más ágil la votación: “la computadora te va dando las indicaciones, todo se mira muy transparente este asunto. Nadie se está fijando por quien votas, es la primera ocasión que me tocó votar, estuvo bien”, señaló a su salida.

La confusión prevalecía, pero finalmente el voto fluía: Tal fue el caso de Javier Córdoba Ramírez, estudiante de 20 años de edad.

“Al principio me sacó de onda porque cuando se imprime el ticket aparece el logotipo del partido por el que voté y sentí como que estaban viendo, sale hacia arriba, había una muchacha cerca. En lo general me parece que bien; al final termina siendo como el formato tradicional. Siento que si se llegan a amañar, será como algo normal y no tanto por ser urna electrónica”, expuso.

AARP

LAS MÁS VISTAS