Claudia Sheinbaum no podía dejar de sonreír y no era para menos: ayer fue uno de los días más importantes en su carrera política, pues cuando iba de camino al World Trade Center, la ex jefa de Gobierno de la capital del país dejó ver su felicidad a través de sus redes.
Llegó puntualmente a las 17:00 horas al inmueble de la colonia Nápoles —hora y lugar que la dirigencia de Morena citó a las corcholatas —.
“Venimos con ánimo de triunfo”, exclamó desde el asiento del copiloto en el automóvil compacto color gris que utiliza en la capital del país, minutos antes de ingresar al WTC.
Posteriormente, Claudia se dirigió al salón principal para reunirse con los otros aspirantes —aunque al final solo llegaron cinco— y se encontró a uno de sus competidores en este proceso, el senador Manuel Velasco, quien con su brazo derecho le externó un apapacho.
En ese momento sonrieron todos los que flanqueaban a Sheinbaum Pardo: Jesús Sesma y el gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo, dos de las principales caras del Partido Verde, uno de los aliados de la 4T.
En ese andar también la acompañaba, aunque más sobrio que el resto, Alfonso Durazo, gobernador de Sonora, aunque en estos días su tiempo lo ha dedicado a su cargo de presidente del Consejo Nacional de Morena.
La ex jefa de Gobierno de Ciudad de México fue la única corcholata que, además de porra, tuvo apoyo familiar en el World Trade Center que, desde el martes, se convirtió en un búnker con vallas metálicas y personal de seguridad en todas las áreas correspondientes a Morena.
A las 18:00 horas, Claudia Sheinbaum estaba reunida con Alfonso Durazo, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, y las otras cuatro corcholatas que sí llegaron según lo pactado: Gerardo Fernández Noroña, Adán Augusto López, Manuel Velasco Coello y Ricardo Monreal.
En ese momento, el conteo de las boletas había concluido y las cinco encuestas que levantaron el censo ya tenían a ganadora.
Minutos después de las 19:00 horas, Sheinbaum, Durazo y Delgado ingresaron al salón y el templete adaptado tenía la leyenda: “Unidos por la transformación, ¡vamos por el 2024!”, junto con imágenes de banderas con los logos de los tres institutos políticos que conforman la 4T.
Posteriormente, cuando el gobernador de Sonora dio a conocer el resultado de cada una de las cinco encuestas, el primer círculo de Sheinbaum aplaudía y cuando Durazo Montaño subrayó que el triunfo de la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México era “inobjetable”, se pusieron de pie y gritaron: “¡presidenta! ¡presidenta!”
Los asistentes que acudieron al evento fueron acomodados frente al templete de izquierda a derecha, a quienes apoyaron y operaron en estas 10 semanas a Claudia Sheinbaum: el michoacano Raúl Morón, el tabasqueño Ovidio Peralta, los capitalinos Efraín Morales y Esthela Damián, así como a Gabriela Jiménez, entre otros.
Tras la arenga en el que se convirtió el discurso breve de Sheinbaum, en el cual dijo “¡En 2024 habrá presidenta y será de la 4T!”, todos se tomaron de las manos y las levantaron en señal de victoria. Los gritos de “¡presidenta!, ¡presidenta!, ¡presidenta!”, arrecieron.
Los asistentes buscaban tomarse fotos con la futura candidata a la Presidencia de la República de Morena, PT y Verde Ecologista.
A las 20:00 horas, la fiesta terminó adentro del WTC, pero afuera del inmueble llegaron decenas de simpatizantes, quienes la vitorearon. Antes de salir, la primera mujer que puede ser Presidenta del país declaró: “El pueblo votó, decidió y gané con una gran contundencia”…