Tras uso de 'señuelo' a la llegada de Lozoya, FGR está obligada a demostrar que padecía anemia: INAI

El comisionado nacional de transparencia, Francisco Javier Acuña, dijo que debe conocerse información en la que se pueda corroborar que el ex director de Pemex estaba enfermo el día de su extradición

Tras ser extraditado, se dijo que Emilio Lozoya, padecía anemia y malestar en el esófago.
Rafael Montes
Ciudad de México /

La Fiscalía General de la República (FGR) está obligada a demostrar, con la difusión del parte médico, que el ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, padecía anemia y malestar en el esófago tras ser extraditado de España para no ser ingresado al reclusorio Norte, afirmó Francisco Javier Acuña, comisionado nacional de transparencia.

En entrevista con MILENIO, después de que el miércoles el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ordenó a la FGR dar a conocer una versión pública del parte médico de Lozoya, el comisionado Acuña aseguró que dicha decisión es relevante tras el aparente engaño que aplicó la Fiscalía a la llegada de dicho personaje a México para enfrentar las acusaciones en su contra por el caso Odebrecht.

“La propia autoridad utilizó un señuelo. Esa noche, alguien que no era Emilio Lozoya fue llevado al reclusorio y toda la prensa fue burlada por esta figura que usó la FGR. Por eso es doble o triplemente importante que, en este caso, se consiga el parte médico, porque se tiene que saber qué médico de la propia Fiscalía extendió ese parte médico”, dijo.

Acuña consideró que la resolución que obliga a la FGR a divulgar el parte médico es histórica, pues rompe con la idea de que la salud es un tema confidencial e intocable. “Es claro que es histórico porque empezamos en México ya a quitar el tabú que el estado de salud como concepción general es intocable y no se puede en ningún caso modular o entregar algún aspecto. Esa es la trascendencia que también tiene”, añadió.

Explicó que no se está instruyendo que se divulgue la totalidad de los datos personales que contiene dicho documento, sino únicamente la información en la que se pueda corroborar el diagnóstico que sirvió de argumento para no llevar a Lozoya Austin al reclusorio.

“Allí es donde viene la dificultad, que ahora la Fiscalía está obligada a demostrar que, efectivamente, hubo alguien que diagnosticó esa situación que, por supuesto, tendría que venir acompañada de la referencia médica, la referencia de una prueba o de algún tipo de análisis que permita decir se le hizo una auscultación y que se pudo verificar el daño en el esófago; a lo mejor hay algún tipo de revisión con un aparatito, no tengo idea, por eso necesitamos que se ponga, que se revele”, comentó el comisionado.

Agregó que datos como la temperatura, la estatura u otros elementos que pudiera incluir el parte médico, “como que se recetó paracetamol o algo así, eso no se va a poner, eso no”. Se trata, dijo, sólo de “extraer los datos como se extraen muestras con una jeringa, justo las gotas necesarias”.

— ¿El nombre del médico se debe revelar?

“Por supuesto. Porque es un (empleado) operativo que no todos los días un diagnóstico suyo resulta tan importante y tan determinante para la salud republicana que es, en este caso, que se corrobore un elemento que se quedó ahí como la justificación que, de manera unilateral, dio la propia Fiscalía para explicar por qué el señor no fue al reclusorio Norte.

Acuña recordó que la FGR tiene pendiente de cumplir 25 resoluciones del INAI que se han acumulado desde 2018, todas relacionadas con el caso Odebrecht. Sobre este caso, dijo que aunque institucionalmente confía en que la FGR cumpla, hay pocas expectativas de que eso pase.

“Yo tengo el deber de pensar que lo va a hacer, desde una posición rectilínea; tengo serias dudas de que lo vaya a hacer porque ha demostrado una reticencia a cumplir resoluciones del INAI y eso es lamentable”, opinó.


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