El avance de la encuesta que realiza el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) ha arrojado que el 68 por ciento del magisterio nacional padece diabetes e hipertensión, el 23.4 por ciento tiene más de 60 años, el 5.4 por ciento está en embarazo y el 3.22 por ciento tiene cáncer o lupus, informó el secretario general del SNTE, Alfonso Cepeda Salas.
Esto significa que la encuesta iniciada desde pasado junio a los más de 1.2 millones docentes de educación básica del país, arrojaría a más de 810 mil profesores con algún tipo riesgo de comorbilidad frente a la pandemia de covid-19.
En entrevista para MILENIO, Cepeda Salas explicó que este panorama obliga a discutir las estrategias con la Secretaría de educación Pública (SEP) que garanticen la seguridad laboral y de salud para los trabajadores de la educación, sobre todo, una vez que el regreso sea presencial con semáforo epidemiólogo verde.
“Es un avance, no queremos tomar una muestra, sino revisar a cada compañero, pero sí hay condiciones como la edad y las enfermedades crónico-degenerativas que hacen altamente vulnerable a un segmento importante de la población docente y aquí es donde tendríamos que revisar las estrategias con nuestra contraparte, la Secretaría de Educación Pública”, señaló.
La encuesta también ha arrojado que más de 280 mil 800 maestros tienen más de 60 años, unas 64 mil 800 maestras están en embarazo y 38 mil 640 tienen cáncer o lupus.
Señaló que si bien el inicio del ciclo escolar el próximo 24 de agosto no será presencial, confió que el tema de las condiciones de vulnerabilidad del magisterio ya lo esté analizando laSEP.
"Yo creo que deben estar trabajando en eso porque obviamente para volver a la actividad presencial van a pasar semanas, yo creo que esto es incierto, se habla de que puede ser, con lo que mencionaba el señor presidente, que puede ser en el mes de octubre, y nos parecen dos meses tiempo suficiente para tomar las medidas que sean necesarias, a efecto de que nuestros compañeros, los estudiantes tengan d física y mental”, indicó.
Dijo que si bien se regresará a aulas en semáforo verde, los docentes en condición vulnerable permanecerán en la incertidumbre de no presentárseles un plan integral de atención de salud y garantías laborales. Por ello, será una demanda sustancial del Sindicato a la autoridad educativa federal.
Admitió que la solución tendría que pasar por la contratación de maestros interinos que pudieran atender las clases presenciales, no obstante, reconoció que hay recortes en el sector educativo que complican la medida.
"Tendrían que tomarse medidas para el momento que se haga presencial el hecho educativo, tendría que buscarse a quienes son altamente vulnerables y esto obviamente sería buscar maestros interinos que pudieran sustituir a estos compañeros, compañeras que estarían expuestos.
"Tendríamos que revisarlo porque obviamente para darle prioridad al tema de la pandemia se han hecho recortes en áreas sustantivas del gobierno federal, incluyendo lo que tiene que ver con educación, pero creo que con el esfuerzo que siempre ha caracterizado a la SEP, gobierno federal, que podríamos buscar una solución para tener maestros que puedan sustituir a quienes tengan que retirarse temporalmente”, consideró.
Carlos Ornelas, especialista en educación de la Universidad Autónoma Metropolitana, auguró que un plan de maestros interinos o jubilaciones masivas pondrá en aprietos al sistema educativo mexicano, que de por sí ya arrastra problemas presupuestarios.
Consideró que en el caso de la población docentes que ya está en edad de jubilación, la SEP deberá instrumentar un programa respetuoso e integral para invitarlos a realizarla, no obstante, insistió, esto conllevará recursos que quizá no estén contemplados y más ahora en el contexto de la pandemia.
Recordó que los profesores evitan la jubilación debido a que una vez que lo hacen pierden una parte significativa de sus ingresos, por ejemplo, el estímulo de carrera magisterial.
El sindicato, dijo, deberá estar observante del respeto a los derechos de los trabajadores de la educación.
Sé que es un riesgo, pero no me quiero jubilar
MILENIO ha documentado casos de profesores que pese a su condición vulnerable de salud no están dispuestos a jubilarse.
Con 60 años de edad e hipertenso, Eleazar Hernández, supervisor de la zona escolar 63, en Tultitlán, Estado de México, manifestó su preocupación por un eventual retorno a clases presenciales, pese a que el semáforo esté en verde.
Consideró que se siente vulnerable al contagio, ya que interactúa con docentes, autoridades educativas y madres y padres de familia.
Tras 40 años de servicio, no está en los planes de Eleazar jubilarse pronto pues aún se siente en condiciones para realizar su trabajo.
ledz