La ministra Margarita Ríos-Farjat, presidenta de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, asegura que las sentencias y los asuntos resueltos que emite a través de un equipo de profesionales están sustentados en la protección a las mujeres, así como a los derechos humanos de las personas y a la igualdad de género.
La abogada regiomontana e integrante del máximo tribunal del Poder Judicial de la Federación concedió una entrevista para la plataforma MILENIO-Multimedios en la Casa de la Cultura Jurídica, dentro del marco de su informe de labores de 2021, en el que hace un recuento y una relatoría de las más importantes de 24 sentencias y mil 641 asuntos que atendió la Primera Sala que ella encabeza.
¿Cómo ha participado la Primera Sala en sentencias que se sustentan en equidad de género y la protección a la mujer?
La primera Sala y la Corte de Justicia de la Nación incide en la sociedad y a través del impacto de sus sentencias, pero no solo se resuelven casos particulares, sino que además por provenir desde el más alto tribunal tiene un impacto en la sociedad.
En la forma en cómo deben tener ciertos principios y valores, qué está permitido y qué no está permitido, las sentencias se van incrustando en la narrativa social y eso también va contribuyendo a la armonía de la sociedad completa.
Las casos que llegan a la Corte son casos terminados y complejos donde hay una polarización de derechos que nos habla justamente cuáles son los temas más sensibles y complicados de la sociedad, y ahí es donde tenemos la posibilidad e incidir para orientar hacia dónde es más justo, hacia dónde hay más dignidad y hacia dónde hay más justicia.
¿Qué tipo de sentencias ven en la Primera Sala?
La Primera Sala vemos temas en materia civil, penal, en su gran espectro: familiar, derechos de la personalidad, la salud, las herencias, la filiación, la migración; estas incidencias, vemos que son la parte más íntima de las personas. Me toca encabezar la sala que lleva haciendo transformaciones en los últimos 10, 15 años.
En el informe que acabamos de dar esta semana, narramos a grandes rasgos 24 sentencias, reto lo son todas, son casos complejos, que devienen sensibilidad y sabemos que hay que revisar el caso y qué quedará de interpretación incrustado en el orden jurídico mexicano para que sea seguido por todo el Poder Judicial.
¿Alguna sentencia que haya representado algún desafío en derechos humanos?
Un caso fue donde un matrimonio se divorcia, el señor con situación económica más holgada establece que va a dejar tal propiedad a los hijos y el usufructo, que es el derecho de disfrute sobre la propiedad, siempre y cuando no reciba visitas masculinas, no habite con los hijos y no tenga una relación.
Ella lo acepta así, con el tiempo pasa una situación donde demanda la nulidad del usufructo porque está recibiendo visitas masculinas; fue un caso muy complejo, interesante y muy rico, ¿el señor tiene derecho de establecer esas condiciones? Es su voluntad y al final ella aceptó, pero aceptó a un grado en que son indignas, ¿por qué son indignas? Porque la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en una parte (establece) que la violencia contra las mujeres es delimitar su autodeterminación, y llega un punto de ser indigno y se anuló, (porque) no puedes establecer cláusulas que atenten contra la dignidad de nadie.
¿Qué asunto resuelto por la Primera Sala ha tenido impacto social?
El Congreso de Yucatán estaba discutiendo una iniciativa para reformar y lograr que hubiera matrimonios del mismo sexo; finalmente no prosperó y fue una votación dividida, fue una votación secreta, por cédula, pero el Reglamento Interno de Yucatán requería por el tipo de reforma una votación nominal, donde vota cada diputado.
La comunidad LGTB+ se movilizó y quiso saber cómo votó cada representante y promueven un amparo, pero el juzgado no aceptó la demanda porque dijo que no hay legitimación de ser miembro de esa comunidad y ante la negativa promueven una revisión; ¿qué determinó la Primera Sala? Que se había violado el Reglamento Interior del Congreso y en este caso esa deficiencia no se pudo subsanar, pero para que pudiera proceder el reclamo de esa comunidad había que determinar que tuvieran legitimación para promover un juicio de amparo y nosotros establecimos que sí, porque basta que se autoescriban como integrantes de la comunidad LGTB+.
¿No ha sido una tarea fácil ser ministra de la Suprema Corte de Justicia?
Ha sido una tarea de luminosidad interior a la que vale la pena entregarse, es una gran satisfacción y una gran responsabilidad de saber que tu sacrificio y dedicación lo estás integrando a una causa superior a ti.
¿Algún sello que busque imprimir como ministra en la Corte?
Me preocupan mucho siempre los niños, las víctimas de la gente abusadora, no me gustan los autoritarismos, ni domésticos ni de ningún tipo.
Creo siempre en la libertad de las personas y lo que consideren mejor, dentro de acompañamientos, apoyos, pero creo en la dignidad y el derecho a la intimidad, a elegir qué es lo mejor.