Ayer, los candidatos a la gubernatura de Nuevo León sostuvieron un debate para ofrecer a la ciudadanía más detalles sobre sus propuestas y proyectos políticos para el estado. Al respecto, los analistas Roberta Garza, Valeria Guerra y Ramón Alberto Garza comentaron a MILENIO Televisión, a su consideración, quién ganó y cómo se desarrolló el encuentro.
En este sentido, el analista distinguió cinco rostros del debate: los "fajadores", con Clara Luz Flores, de Morena, y Samuel García, de Movimiento Ciudadano, como los protagonistas de las participaciones más destacadas que dominaron los desencuentros.
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La segunda es la de "el cuidadoso", Adrián de la Garza, de la alianza del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), pues se dedicó a presumir sus logros en materia de seguridad y la restructuración de la deuda en Monterrey.
La tercera, en el caso de Fernando Larrazabal, candidato del Partido Acción Nacional (PAN), "yo diría que tenemos una situación de reemergencia, porque de una u otra manera se había mantenido muy intermedio y anoche hizo un muy buen papel, al exhibir los detalles de lo que él ha hecho por San Nicolás y Monterrey", indicó.
Las sorpresas, como cuarta parte, fueron dos de las mujeres: Carolina Garza, del Partido Encuentro Social (PES), y Daney Siller, de Redes Sociales Progresistas (RSP).
"En ambos casos, fue sorprendente la forma en que estas candidatas abordaron diferentes temas. En el caso de Carolina López habló de estar decidida en declararle la guerra a la delincuencia organizada y que se opondría tajantemente a cualquier legislación que permitiera el aborto".
En tanto, Siller comentó que no negociaría con ningún cártel y mostró la fuerza de su personalidad, al decir que era sobreviviente a todo tipo de violencia contra las mujeres y que no esperaba apoyo de la federación.
"Finalmente tenemos el quinto caso, que es el del doctor Emilio Jáquez que lamentó que Nuevo León fuera líder en feminicidios y prometió una policía rosa. Además, siendo subsecretario en el gobierno de Jaime Rodríguez indicó que entraría en investigación contra el gobernador", dijo Ramón Alberto.
Con respecto a las propuestas, Ramón Alberto y Valeria Garza coincidieron en que hubo una exposición destacada por cada candidato. Roberta Garza no opinó lo mismo, pues consideró que, si bien enunciaron sus promesas, ninguno planteó la forma en que llevarían acabo su plataforma política.
"Pudimos ver lo que quiere representar cada uno. Que se leyó como una lista de buenos deseos 'quiero la paz mundial, que todos tengan prosperidad', pero ninguno dice, quizá Samuel García un poco aunque no con mucha precisión, cómo lo van a hacer o cómo lo van a lograr, todos se presentan como los salvadores", dijo Roberta Garza.
En este sentido, Ramón Alberto subrayó que, ante la multiplicidad de promesas y en consideración con el presupuesto, Samuel García es quien tiene mayor dominio del tema, pues pretende "revisar o romper con el famoso pacto fiscal con la federación".
Por su parte, Valeria Guerra indicó que notó a Carolina Garza muy activa y esperaba eso de ella, pues buscó cada momento para participar. De igual manera, Samuel García fue propositivo porque los otros candidatos tuvieron una postura de "atacar al que va, según algunas de las encuestas, hoy arriba".
Guerra y Ramón Alberto consideraron que observar la diversidad, en cuanto edad y género, en las candidaturas y su participación, además de que los siete estuvieran presentes, abonaron a un avance en la política del estado.
El ejercicio propició una "oportunidad real y democrática de que los siete candidatos fueran invitados, estos debates suelen ser, únicamente 'curados' para que los cuatro o cinco punteros estén ahí. Qué bueno que estuvieron los siete", dijo Ramón Alberto.
A pesar del debate, los tres analistas consideraron que no se registraría un cambio en las preferencias de voto, más allá de unos cuantos puntos, pero aseguraron que fue un ejercicio que permitió atraer la atención y beneficio de algunos, mientras que a otros incluso "les bajaron los humos".
"Ninguno (de los candidatos) se quedó igual. Algunos quizá por su dicción o porque comunican mejor quizá pudieron mejorar la imagen oficial de sus campañas; algunos otros se definitivamente se vinieron para abajo. Larrazábal estaba 'muerto', el priista (Adrián de la Garza) leyó un guion, Clara Luz se vio apagada y predecible en su discurso. Es difícil pensar en que quedaron igual. Yo creo que este ejercicio a algunos beneficio y a otros estorbó", consideró Roberta Garza.
ROA