El día que Enrique Peña Nieto pensó que perdería las elecciones del 2012

El entonces candidato del PRI confesó que su equipo de campaña no había considerado la posibilidad de perder la Presidencia de México, hasta mayo del 2012 con el estallido de un movimiento estudiantil.

El día que Enrique Peña Nieto pensó que perdería la presidencia
Alejandra Sigala
Ciudad de México /

México se perfilaba hacia los últimos meses de las campañas por la Presidencia de la República del 2012, cuando el estallido de un levantamiento estudiantil tambaleó la confianza del candidato que regresaría al Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Residencia de los Pinos.

“Está atrapado Enrique Peña Nieto en el baño”, se escuchó en la radio de la Universidad Iberoamericana, ante el estallido de su comunidad contra el priísta por asumir y justificar la represión en San Salvador Atenco de su gobierno al frente del Estado de México (EdoMex).

Tras varios minutos resguardado en los sanitarios, Peña Nieto consiguió ‘escapar’ de aquellas protestas sin imaginar que serían el preámbulo del movimiento por el cual pensó que podría perder la ‘joya de la corona electoral’ del 2012: el movimiento #YoSoy132.

La visita no deseada

“Reitero: fue una acción determinada, que asumo personalmente, para restablecer el orden y la paz en el legítimo derecho que tiene el Estado Mexicano de hacer uso de la fuerza pública”, declaró Peña Nieto ante las y los asistentes al Foro del Buen Ciudadano de la tarde del 11 de mayo del 2012; pocos días después del primer debate presidencial.

Y es que según comentó al periodista Mario Maldonado, en su libro Confesiones desde el exilio: EPN, el equipo de campaña del priísta— encabezado por Luis Videgaray— se había opuesto a la asistencia del ex gobernador mexiquense a la Universidad Iberoamericana.

Enrique Peña Nieto acudió a la Universidad Iberoamericana pese a la oposición de su equipo de campaña FB: Enrique Peña Nieto

El priísta fue recibido entre abucheos, pancartas, gritos de “¡Todxs somos Atenco!” y máscaras del ex presidente Carlos Salinas de Gortari. La agenda de aquel día era acudir al Foro y posteriormente a una entrevista en Radio Ibero; misma que no se llevó a cabo, pues estudiantes lo ‘rodearon’ y le impidieron el paso hacia la estación, dejándolo ‘acorralado’ junto a uno de los baños del edificio.

Su equipo no tuvo de otra más que idear una ruta de escape. Y así el candidato salió del plantel, externando respeto por las manifestaciones  aunque, puntualizó, “no son genuinas todas”. Ello aunado a la condena de Pedro Joaquín Coldwell, entonces presidente del PRI, a la actitud de las y los estudiantes, a los cuales señaló de “no representar a la Ibero”.

“Un puñado de jóvenes (...) asumió una actitud de intolerancia respecto a los planteamientos que hacía nuestro candidato”, comentó el priísta y enalteció la reacción del presidenciable. “Me gustó mucho”.

Peña Nieto 'acorralado' en los baños de la Ibero 

A partir de entonces, cuenta Maldonado en su libro, Peña Nieto dejó su agenda de campaña en manos de Luis Videgaray y otros miembros de su equipo: Miguel Ángel Osorio Chong y Aurelio Nuño— quienes después fueron designados titulares de las Secretarías de Gobernación y Educación, respectivamente.

Pero las descalificaciones del priísmo hacia las y los estudiantes de la Iberoamericana—así como la tergiversación de los hechos en algunos medios— comenzaron a efervescer la indignación estudiantil, la cual tomó las redes sociales para lanzar su contundente respuesta:

“Somos estudiantes de la Ibero. No acarreados, no porros. Y nadie nos entrenó para nada”, fue el mensaje que 131 alumnos y alumnas de la institución emitieron en un video, mientras enseñaban sus credenciales y daban a conocer sus números de matrículas. El audiovisual derivó en una “unión universitaria”, la cual congregó en sus protestas a escuelas privadas y públicas de nivel nacional (e incluso internacional) en el movimiento #YoSoy132.

La respuesta de la Ibero al PRI

El golpe que apuntaba a un fracaso

La Estela de Luz fue el punto de partida de la marcha “#YoSoy132”, la cual el 23 de mayo inundó la avenida Reforma y los alrededores de las instalaciones de Televisa San Ángel con pancartas con los mensajes: “Exigimos la veracidad en los medios”, “La verdad nos hará libres”, “Un México sin EPN”, “No nos impondrán a EPN”, entre otras más.

Doce años después de aquel episodio— el cual evocó en su plática con el periodista Mario Maldonado desde Madrid—, Enrique Peña Nieto reconoció que dicha crisis social le hizo caer en las encuestas y cerrar la brecha con el candidato de la alianza Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador.

Así y a menos de un mes de llevarse a cabo la jornada electoral del 2012, el equipo de Enrique Peña Nieto consideró por primera vez la posibilidad de perder las elecciones y fracasar en su intento por regresar al PRI al poder de México. Pese a esa caída en las preferencias, el candidato del tricolor decidió no acudir al tercer debate, convocado y organizado por el mismo movimiento.

Pero el temor del equipo peñista se quedó sólo como una hipótesis: 38.15% de las y los mexicanos le dieron la victoria en las elecciones del 2 de julio del 2012. Y con 18 millones 727 mil 398 sufragios a su favor— poco más de 3 millones de diferencia de López Obrador—, Enrique Peña Nieto se convirtió en Presidente de México; un destino al cual nunca pensó que llegaría, según lo dicho en el libro Confesiones desde el exilio: EPN.

ASG


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