Un oso negro deambula por las calles del sector Olinalá, en San Pedro Garza García
Vecinos de la zona Cumbres graban a un coyote por la avenida Lincoln y una familia de jabalíes se alimenta, entre cestos de basura, al norte de la ciudad.
Los videos que se difunden por redes sociales evidencian cómo la vida silvestre se abre paso en el área metropolitana de Monterrey, pero también demuestran que los regiomontanos no estamos educados para la sana convivencia.
Por ello, los especialistas Adriana Nelly Correa, directora de Educación en Parque Ecológico Chipinque; Rogelio Carrera Treviño, del Laboratorio de Fauna Silvestre, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UANL; junto a el biólogo Homero Treviño Villagómez, profesor de la Universidad de Monterrey (UDEM), señalan la necesidad de concientizar a la población y proteger nuestra vida silvestre.
El valor de los osos
Hablar del oso negro en los últimos días se ha reducido a la selfie que una jovencita se tomó con uno de ellos o bien de la captura del ejemplar que tenía semanas caminando por las calles… como un vecino más de San Pedro.
Desde el Parque Ecológico Chipinque, entrada al Área Natural Protegida que es Parque Nacional Cumbres, han hecho esfuerzos por informar a los ciudadanos sobre la necesidad de no interactuar con los osos.
El oso negro es un mamífero con un olfato sensible. El erróneo manejo de la basura en colonias colindantes a la sierra o el dejar alimento de mascotas en los patios o parques atraen a los animales.
Dar de comer a los osos, coatíes, pecaríes de collar, además de generar un hábito en la relación del animal con el humano, los enferma.
“Se empiezan a habituar, dejan de buscar su comida en el bosque y se alimentan de cosas que no son naturales para ellos. Los osos que vemos comiendo basura solo se están llenando el estómago de plásticos y envolturas”, dice Adriana Nelly Correa.
Educación, la base
Rogelio Carrera Treviño recuerda un dicho entre los especialistas en fauna silvestre: “Entramos porque nos gusta trabajar con animales, pero terminamos haciéndolo con gente”.
El especialista refiere que los animales silvestres siempre han estado presentes en lo que hoy llamamos ciudad, solo que muchas veces no nos damos cuenta de su presencia, pero con la expansión de la mancha urbana los contactos se vuelven más frecuentes.
Sin embargo, existen especies que se han habituado a la presencia humana o incluso se aprovechan de nosotros.
“Para muchas especies, la ciudad les brinda comida, refugio y espacio, incluso algunas especies pueden utilizar, como refugio en lugar de la cubierta vegetal que existía, las mismas estructuras de concreto o viviendas”, comenta Rogelio Carrera Treviño.
Especies de vida silvestre podemos encontrarlas en sitios tan comunes para nosotros, como el Parque Fundidora, la Alameda o Parque Niños Héroes. Incluso, en medio del tráfico como las garzas y castores en el río Santa Catarina, o los patos en río La Silla.
Sin embargo, como habitantes podemos alterar su modo de vida al tener especies exóticas como mascotas, el alimentar con nuestros alimentos a los animales silvestres e incluso querer rescatarlos si tenemos un encuentro con ellos.
Los recientes casos de los osos hablan de un comportamiento erróneo, pues a decir del especialista, los mamíferos ya no tendrán una buena vida después de constantes interacciones con humanos.
“Nosotros le llamamos ‘un comportamiento aberrante’, lo que estamos viendo con el oso. Por empatía y ese amor a los animales, la gente les da de comer y es lo peor que podemos hacer, porque un oso que es alimentado es un oso muerto”, señala.
Por ello, la educación es la clave: “Los animales solitos la hacen, solo ocupan que no los molesten. Lo que tenemos que hacer es que la gente esté informada para saber cómo reaccionar, falta mucho trabajo por hacer”.
Generar conciencia
En Nuevo León es necesaria una conciencia de aprecio a la vida silvestre, además de apoyar programas de recuperación de especies amenazadas, reflexiona el biólogo Homero Treviño Villagómez, profesor de la Prepa UDEM Unidad Fundadores.
Hace un llamado a la población a no molestar a los animales, pues además de poder afectar su bienestar, también pueden tomar una actitud de ataque, al sentirse amenazados.
“Ellos están diseñados para vivir en la naturaleza y cuando les damos grasas, azúcares o harinas, pues les estamos haciendo un daño gastrointestinal que puede hasta matarlo”, indica el catedrático de la academia de ciencias naturales.
Homero Treviño destaca los beneficios medioambientales de especies como el oso negro o el coyote, de quienes se hacen mayores avistamientos en ciudad, es la concientización de los habitantes de su existencia.
Panorama de vida silvestre en NL
466
Especies de aves en Nuevo León
225
Parque La Estanzuela
88
Fundidora
148
Arroyo Topo Chico
39
Alameda
53
Especies de mamíferos
8
Especies murciélagos
100
Especies de abejas
*Un estudio demostró que había una mortalidad de 151 mil mariposas atropelladas, durante 19 días, en la entrada a La Huasteca.