El miércoles 28 de abril de 1976, al finalizar un mitin en Ciénega de Flores, José López Portillo descendió del kiosco donde habló a los habitantes de ese municipio y, acompañado por el licenciado Santiago Roel Jr. y la doctora Rosa Luz Alegría, abordó un autobús donde se encontraban los periodistas. Aguardábamos una extraña conferencia de prensa en movimiento a lo largo de los 85 kilómetros que nos separaban de Sabinas Hidalgo, siguiente municipio de la gira del candidato a la Presidencia de la República.
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El equipo de El Diario de Monterrey lo encabezaba su director Ramón Pedroza Langarica, quien junto con nuestro jefe, el señor Francisco A. González, nos ordenó grabar toda la conferencia.
Ramón Pedroza: En las reuniones que ha tenido usted con la iniciativa privada, aquí en Monterrey, estuvieron algunos de los que llama el presidente Echeverría: “Polkas”, “Kukluxklanes”, “Sacadólares”.
J.L.P.: No señor, nadie tenía capucha en esa reunión de Chipinque. Ni yo. Si alguno, en algún momento tuvo capucha, tuvo la decencia de quitársela al llegar. ¡Yo el primero!
H.Benavides: ¿Qué impresión le dejó Chipinque?
J.L.P.: Como sitio, que es hermosísimo. Indudablemente uno de los parajes más hermosos de México… La belleza salvaje y propia de la Sierra Madre, a la que podría dedicar, si tuviera tiempo de recuperar mi capacidad poética, “Oda a Chipinque”.
H.Benavides: Eso como sitio... ¿y en cuanto a lo que representa como lugar de un complot?
J.L.P.: Simplemente es un escenario en el que ocurre (como) con las campanas: que cualquiera llega y las toca… para bien o para mal.
Ramón Pedroza Langarica: Señor candidato, mucho se ha hablado de la corrupción, ¿tiene usted una estrategia concreta para tratar de combatirla?
J.L.P.: Pues le diré, la primera: las escaleras se barren de arriba para abajo. Si empiezo yo a barrer mi escalera, la basura no se levantará y se irá eliminando. Pienso aplicar la ley, establecer planes, fijando y administrando objetivos. Eficiencia y moralización, señor Pedroza Langarica.
H.Benavides: Se habla de una posible devaluación…
J.L.P.: Está claro que alguien está haciéndole el juego a la especulación. En este momento es o puede ser, o alguien piensa que es un buen negocio. Y alguien, incluso mexicanos, están haciendo esfuerzos por realizar o contribuir a que se realice ése tipo de negocios. Ya nuestras autoridades han expresado terminantemente la paridad en el dólar, y el propósito de mantener la estructura de libertad cambiaría.
H.Benavides: Gracias, señor candidato.
El 31 de agosto de 1976, el secretario de Hacienda, Mario Ramón Beteta, anunció: “Ahora el dólar valdrá el doble: pasa a flotar nuestra moneda, entre 25 y 26 pesos por dólar”. Al día siguiente, en su Sexto Informe de Gobierno lo confirmó el presidente Luis Echeverría Álvarez y el 1 de diciembre tomó posesión José López Portillo.