Para Daney Siller, candidata a la gubernatura de Nuevo León por Redes Sociales Progresistas (RSP), el baile es su gran pasión, ya que desde pequeña zapateaba al ritmo de los huapangos que su madre escuchaba en la radio, pasión que hoy comparte con sus hijos.
Litigante de tiempo completo y madre a los 18 años, la candidata cuenta a MILENIO que creció en la colonia López Mateos, en Santa Catarina, y tenía el permiso de salir… solo a la banqueta, lo cual le causó problemas cuando entró a la Prepa 2 de la UANL, porque debía tomar transporte público y nunca había abordado uno.
Al admitir que la paridad la llevó hasta donde se encuentra, Siller dice que por su forma de ser, los partidos donde militó en el pasado la colocaban en distritos donde iba a perder o, en el peor de los casos, se negociaban con el senador en turno para ocupar el escaño al que ella aspiraba.
¿Dónde creció?
En la colonia López Mateos. Desde que inició esta colonia estaba algo rezagada en el área urbana y no había el transporte que hay ahorita. Mi mamá formaba parte de la mesa directiva y siempre andaba ayudando.
¿Es una mujer de carácter?
Bastante.
¿Cuál es su sueño frustrado? ¿Alcanzó el éxito deseado?
Creo que lo único que no alcancé fue el estar casada toda la vida. A todos mis objetivos les pongo fecha y lo hago, pero mi sueño era casarme y tener una familia para toda la vida
El verdadero éxito de los padres es ver que nuestros hijos cumplen sus objetivos, es lo que estoy viendo ahorita y espero seguir viéndolo toda la vida.
¿Dónde estudió su carrera?
Estudié en el Centro Universitario México Valle cuando era mamá a los 18 años y tenía a mis hijos en el kínder. No tenía quién me los cuidara y los dejaba en una banquita; al que tenía 7 años le decía que cuidara a los otros porque iba a un examen y regresaba.
¿Cómo fue su juventud?
Me levantaba a las 5 de la mañana, me arreglaba, iba y dejaba a los niños a la escuela, regresaba, acomodaba la casa, me sentaba, agarraba la Sección Amarilla, el fax, la computadora, el teléfono y vámonos. Si estaban los niños les hacía una seña de “guarden silencio”.
Eso de home office yo lo hice porque no quería dejarlos con nadie.
¿Tiene biblioteca?
Lo que nosotros tenemos son varios libros porque mi hijo mayor es arquitecto; mi hija está estudiando educación preescolar; mi hijo medicina; otro del kínder y entonces es una casa con libros de todos.
¿Qué le da miedo?
Yo misma, de lo que sería capaz de hacer por defender a mis hijos, mis derechos, mis ideales, mis valores y mi postura ante la sociedad, tanto espiritualmente como socialmente. Manejé muchas crisis dentro de la política… me daban candidaturas que se perdían y luego se las negociaban para que quedara el senador y te estaban utilizando.
¿Qué artista la pone a bailar?
Mi mamá nos enseñó a todos a bailar huapangos. Si hay algo, yo me pongo a bailar, sentada o como sea; (me gusta) el perreo con mis huercos cuando te echas el carro, me ven y me dicen: “tú aplácate, mamá”.
¿Practica deporte?Nada más cardio.
¿Qué litigio la cimbró?El caso de mi hijo más chico: nació y tuvo mucha temperatura, lo interné una vez y luego volvió a caer. En ese entonces el papá me mandó al abogado Roberto Flores y me decía que mi esposo se dio de baja en Hacienda y me daba 300 por semana, aunque yo no le pedía nada. Como que armaron todo para provocarme, le dije: “Nos vemos en un juzgado”.
¿Las tareas de su casa tienen género?Creo que no es de géneros, son gestos de amor y a mis hijos les he enseñado que lo hagan así.
¿Feminista?Soy sobreviviente de todo tipo de violencia que pudo sufrir una mujer, pero por algo Dios me dio tres varones. Los enseño a que sean justos. Si no fuera por la paridad ahorita no sería candidata a la gubernatura.
¿Y el derecho a decidir?Respeto la decisión y calidad de vida que quiera tener cada una de las personas y su forma de vivir. Lo que sí quiero que sepan es que yo ahí voy a estar para apoyarlas y que tomen la decisión que las haga sentir realmente felices, solas no van a estar.
¿Tiene enemigos en el PRI?No voy a un lugar para hacer enemigos, no me salgo por estar enojada con nadie y si lo hago es porque defiendo mis derechos.
¿Cuál es su platillo preferido?
Ensalada, la puedo comer todo el tiempo.