La Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 informó sobre el fallecimiento de un trabajador tras un golpe de calor en la localidad de Paracuellos del Jarama, en España.
A través de Twitter, la agencia de seguridad detalló que a la llegada de su personal para atender a la persona, ésta había sufrido un paro cardiorrespiratorio y presentaba una temperatura de 42 grados centígrados.
En tanto, El Mundo indicó que la víctima tenía 55 años y trabajaba como repartidor de una revista municipal.
"El hombre estaba repartiendo octavillas (hoja pequeña con publicidad) en las casas de la zona cuando, en un momento dado, se mareó y cayó al suelo. Entonces, comenzó a convulsionar y entró en paro cardiorrespiratorio. Tenía 42 grados de temperatura corporal y varios vecinos salieron de sus casas con hielo y agua para intentar refrescar al repartidor", informó El Mundo.
España informó ayer de más de 500 muertes ligadas a las temperaturas extremas, en momentos en que Europa occidental cuantifica los daños que dejó una abrasadora ola de calor acompañada de voraces incendios, varios aún activos.
Durante la ola de calor, que en España se prolongó del 9 al 18 de julio, "han sido más de 500 personas las que han fallecido como consecuencia de las temperaturas tan altas", señaló el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, durante una visita a una zona afectada por un incendio en la región de Aragón.
Para cifrar los fallecidos, Sánchez se basó en estimaciones del Instituto público Carlos III, que hace un cálculo estadístico del aumento de la mortalidad provocado por causas como el alza de las temperaturas, comparando estas cifras con las series estadísticas históricas.
De hecho, la reciente ola de calor que azotó España fue la más extrema registrada en el país, según datos provisionales de la Agencia Estatal de Meteorología, y sería la tercera de mayor duración, luego de una en 2015 (26 días) y otra en 2003 (16).
Ésta fue la segunda ola de calor que sufre Europa en apenas un mes. El aumento de estos fenómenos es, según los científicos, una consecuencia directa de la crisis climática, ya que las emisiones de gases de efecto invernadero incrementan su intensidad, duración y frecuencia.
Esta última ola golpeó con fuerza sobre todo a España, Portugal, Francia Y Reino Unido, donde se alcanzaron temperaturas históricas.
JLMR