El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se convirtió en el partido con el mayor número de gubernaturas, superando el control territorial que alguna vez tuvo el PRI. El color guinda se mantiene como dominante en el país, pero no será hegemónico como lo fue el tricolor, porque no cuenta con el perfil que tuvo en sus buenos tiempos, señalaron especialistas.
Luego de las elecciones del domingo 5 de junio, Morena se perfila para gobernar 20 entidades, frente a los 19 estados que controlaba el PRI en el año 2000.
En entrevista con MILENIO, Fernando Dworak, analista y consultor político, consideró que Morena será dominante, pero no llegará al nivel que tuvo el tricolor, “no será hegemónico, porque el PRI tenía ciertas herramientas que lo hicieron ser hegemónico por décadas, entre ellas, la no reelección de legisladores y autoridades principales, ¿por qué? Porque si nadie podría tener bases propias, el presidente gobernaba verticalmente, a través de la lealtad. No de la permanencia y la rendición de cuentas y Morena no tiene ese elemento”.
Mencionó que el riesgo de haber ganado más gubernaturas que las que tuvo el PRI (19 en el 2000), “es que vamos a tener a Morena como un grupo mayoritario por este sexenio y buena parte del siguiente, pero va a ser dominante, pero no hegemónico, ese es el tema. Estamos confundiendo cobertura territorial con mecanismos de control”.
En tanto, Tito Garza Onofre, investigador y profesor del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, aseguró que los resultados electorales del domingo 5 de junio impactarán en los próximos meses y adelantó que en 2024 el país será dominado completamente por el partido oficialista.
Además, precisó que Morena no podría ser como el PRI, “porque se encuentra en un contexto diferente. Esta comparación simplista donde Morena es el nuevo PRI, donde envejeció bastante mal el PRI que se convirtió en Morena, yo la veo más compleja. Morena parece un movimiento más heterogéneo, no se ve esa disciplina y esa unidad priista que caracterizó al régimen hegemónico durante muchos años”.
Dworak, también especialista en Ciencia Política por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y maestro en Estudios Legislativos por la Universidad de Hull, Reino Unido, explicó que Morena necesita tener algunas herramientas para ser hegemónico.
“Si bien va a ser mayoritario, pero va a durar, dependiendo de dos cosas: si es capaz o no de tejer un aparato político propio con su propia postura ideológica y mecanismo de cohesión con, sin o a pesar de (Andrés Manuel) López Obrador; o, si López Obrador llega a ser el factor de unidad de aquí a 2024, quizás un poco más allá, pero si alguna de esas dos condiciones cae, vamos a tener a un Morena atomizado por varios campos y no va a ser muy bueno para la estabilidad política del país en este momento”, planteó.
Indicó que Morena sigue ganando espacios –como sucedió durante el proceso pasado donde se renovaron seis gubernaturas– debido al hartazgo de la ciudadanía contra el PRI, PAN y PRD, los cuales tendrán un reacomodo aunque mantendrán sus bastiones.
“Hay liderazgos locales que tienen una idea de qué representa el partido en sus estados, tienen un buen esquema de comunicación política, una narrativa ágil y eso hace crear que sean competitivas, porque dicen algo que no dice Morena más allá del hartazgo, y eso es lo que pasó en Aguascalientes con Tere Jiménez, con arraigo en su localidad en donde ha sido dos veces alcaldesa y que tiene conocimiento de qué representa para el estado”, expresó.
Consideró que si bien el movimiento está tratando de cambiar a las autoridades electorales y utiliza los programas sociales como rédito político, “esa posibilidad de permanencia va ser que Morena no sea la maquinaria vertical que fue el PRI”.
Precisó que al contrario del PRI, “Morena no es un partido, es una colección de muchos grupos sin una idea de lealtad común, sin una cohesión partidista, que están unidos mientras se perciba que (Andrés Manuel) López Obrador es el hombre fuerte. En el momento en que se pierda eso, vamos a tener una atomización de Morena y por eso al Presidente le interesa tanto controlar su sucesión”.
Incluso, consideró que si este punto se le “va de las manos” al Ejecutivo “lo que vamos a tener es un obradorismo de izquierda, uno de centro y otro de derecha en 2024. Si Morena no logra conformarse en un partido político va a correr el riesgo de desmembrarse en esas fracciones y si eso pasa, es muy probable que la última diáspora del PRI, PAN y PRD vaya hacia los diversos pedazos de Morena que más se identifiquen con sus posturas y tendríamos un escenario catástrofe”.
“Cierto que Morena se va a seguir afianzando en diversos lugares, pero es más por el colapso de los partidos que por Morena mismo. Sí es cierto que todavía la oposición es competitiva en algunos estados y va a seguir siéndolo, porque esa oposición que es competitiva localmente ha salido a deslindarse de lo que representan sus partidos a nivel federal”, destacó.
Explicó que lo anterior significa que si hay un sistema de partidos competitivos “en poco tiempo va a tener un partido que va a apostar por la reelección de sus bases inmediatas para tener mayor capacidad territorial, pero eso va a debilitar más las estructuras centrales y están mal acostumbrados a sobrevivir a través del control de candidaturas”.
Por otra parte, el especialista Garza Onofre señaló que los resultados electorales pintan de guinda todo el país y crea un ambiente positivo para la continuidad del proyecto de la Cuarta Transformación.
“Esto va a generar un ambiente que puede tornarse favorable para ver si se le da continuidad al proyecto del presidente López Obrador o si los diferentes gobernadores van a tener cierta deferencia hacia el candidato que en su momento se vaya a postular. Estamos viendo un panorama guinda en toda la República, en donde me parece que hay más de 20 estados de la República con gobernadores y gobernadoras morenistas, esto creo que puede servir para la movilización del voto de bases de entrega de programas sociales como en el experimento que fue la revocación de mandato”, subrayó.
Insistió en la importancia de que tantos gobernadores pertenezcan al Movimiento de Regeneración Nacional, porque generarán condiciones favorables para dar continuidad a los programas sociales y generar dinámicas que puedan impulsar que por lo menos, continúe otro sexenio el partido del presidente López Obrador.
“Estará en juego en gran medida la próxima elección presidencial. Creo que es un mensaje claro que más de 20 estados de la república hayan votado por la opción guinda. Está en juego un discurso que parecería hegemónico y que se va a querer vender como que no hay alternativa y como que es la única opción en el México de hoy en día. En ese sentido tendrá que hacer mucho trabajo la oposición y también estos tipos de movimientos que no necesariamente encuentran representación en uno de los partidos políticos principales como puede ser el PRI, PAN o una tercera vía como Movimiento Ciudadano”, manifestó.
Además, subrayó que Morena dejará cimientos importantes para el futuro, entender que muchos de los programas de gobierno, de las acciones del obradorismo no se han concretado por una falta de una buena negociación de otros agentes políticos. Más allá de hacer un juicio de valor si es positivo o negativo, dependerá del electorado, lo que sí considero importante es destacar la importancia de los mecanismos que pueden hacer contrapeso al Poder Ejecutivo, Judicial, los Movimientos Sociales”.
Además, mencionó que es positivo para cualquier democracia exista alternancia; así como que se respeten las decisiones de las mayorías.
“A Morena lo que le ha fallado mucho es talante y negociación con otros partidos políticos, una lógica menos deliberante como puede ser propiamente el estilo de López Obrador. Más allá de considerarlo positivo o negativo, creo que la democracia mexicana esta mutando, está cambiando, los cánones sobre los que estaban acostumbrados en este país a hacer política y creo que es un tiempo de transformación como lo dice el mismo slogan de este movimiento, aunque no sabemos si va a ser una transformación a mejor o peor”, expuso.
Además, destacó que ha sido un proceso electoral en donde parecería que la normalización de ciertos actos ilegales ha marcado los mismos, como filtraciones de grabaciones; por lo que pidió no normalizar este tipo de prácticas.
LG