En México, la vaquita marina (Phocoena sinus) es una especie localizada en aguas del Golfo de California, desafortunadamente factores como la pesca incidental y la destrucción de su hábitat ha impactado en estos animales, llevándolos a un estado crítico del peligro de extinción.
Ante dicha situación, autoridades nacionales en materia de medio ambiente han generado leyes y normas para proteger a esta especie.
En principio, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) la colocó en la lista de especies en peligro a través de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT- 2010.
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Asimismo, a nivel internacional este animal ha sido incluido como una especie en Peligro Crítico (PC), lo que ejerce mayor presión sobre las autoridades nacionales para tomar las medidas necesarias para su protección.
Sin embargo, esta no es la única especie protegida en la región, pues a esta lista se suman otras como la totoaba, tortugas marinas y especies de ballenas que se desplazan por aguas de California, a lo que las autoridades han delimitado acciones de protección y vigilancia contra riesgos como la pesca incidental y el tráfico de especies marinas.
En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el Artículo 27 se establece como deber del Estado procurar la protección, mantenimiento y restauración del medio ambiente y el equilibrio ecológico, lo que implica el deber de implementar y tomar las acciones necesarias para proteger a las especies que habitan en tierra y aguas mexicanas.
Del mismo modo, y con el fin de unificar a la vaquita marina y la totoaba como especies prioritarias por su estado de peligro de extinción, se promulgó su importancia a través de la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, además de la Ley General de Vida Silvestre (LGVS).
La vaquita marina es el único mamífero marino nativo de México, su ubicación está en los mares del Golfo de California y se caracteriza por su aspecto robusto parecido a una marsopa.
En mayo de 2024, la organización Sea Shepherd reportó que la población de estos animales se encuentra estable tras un avistamiento de entre seis y ocho ejemplares, aunque no ha descalificado la situación crítica que atraviesa, pues se estima que la población de esta especie ha ido disminuyendo cada vez más.
JATS