Los ánimos volvieron a arder en la Cámara de Diputados ante la propuesta de incrementar el precio de la Nueva Regulación Tarifaria para los Grupos Aeroportuarios; es decir, aquel derecho que les permite usar, gozar o explotar los aeropuertos federales.
Desde el atril de San Lázaro y casi al cierre de la sesión, el diputado Mario Miguel Carrillo (Morena) expuso la reserva a la Ley Federal de Derechos que — entre otras cláusulas — agrega una nueva tarifa para los concesionarios del sector aéreo equivalente al 9% anual de sus ingresos brutos. Un impuesto que la Ley de Aeropuertos atribuía a Aeropuertos y Servicios Auxiliares en un 5%.
“Estamos hablando de aprovechamientos, ni siquiera es una carga tributaria”, aclaró el morenista cuya propuesta estipula, de igual modo, que dicha recaudación se destinará a los sistemas aeroportuarios a cargo del Ejército y la Marina. La oposición la tachó de ‘una cosa que da pena’ y no tardó en refutarla.
La propuesta plantea modificar los artículos 219, 220 y 221 de la Ley Federal de Derechos, así como el cuarto transitorio y adicionar el artículo 220-A. Su planteamiento generó inconformidades en la oposición al “no estar contemplada en el dictamen”.
En tanto, diputados del Partido Acción Nacional (PAN) advirtieron que la reserva de Carrillo terminará por incrementar los costos finales de los pasajes para el o la usuaria , pues “más temprano que tarde los concesionarios lo van a trasladar a las aerolíneas, y las aerolíneas a los usuarios”.
“De por sí el Gobierno Federal está clavando los dientes a los usuarios de aerolíneas, a los pasajeros, incrementando el TUA para fondear la idea de cancelar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco”, arremetió Jorge Triana, quien pronosticó una “lluvia de impugnaciones” si se aprueban las modificaciones.
Miguel Carrillo negó los argumentos y respondió a la bancada blanquiazul: “(Los concesionarios) no lo pueden hacer directamente si no cuentan con el permiso de la Agencia Federal de Aviación Civil que, por ley, es la facultada para establecer las tarifas”.
Usuarios o concesionarios: ¿quién saldrá perjudicado?
El Pleno de San Lázaro aceptó los cinco cambios al dictamen de la Ley Federal de Derechos con 262 votos a favor, 198 en contra y una abstención; en lo general, se avaló con 239 a favor, 196 en contra y dos abstenciones.
Ello generó incertidumbre en el sector aeroportuario por el modo en cómo afectará a las regulaciones tarifarias, pues, cabe mencionar, los criterios para determinarlas se establecen de acuerdo a cuatro factores: los costos operativos, los costos del capital, el tráfico y las tarifas prevalecientes en el mercado nacional e internacional.
En medio de la duda, el Gobierno de México informó que el ajuste de las contribuciones aeroportuarios fue un acuerdo al que se llegó con los Grupos Aeroportuarios del Surestes (ASUR), del Pacífico (GAP) y Centro Norte (OMA); por lo cual negó un impacto negativo en la situación financiera u operativa de éstos, así como afectación a los y las usuarios.
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“Estos cambios beneficiarán a los pasajeros, al reducir el costo de los servicios aeroportuarios que impactan en el precio de los boletos de avión”, se menciona en una minuta de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
Por el contrario, la Iniciativa Privada (IP) identificó que la eventual aprobación del estatuto sí afectaría a los Grupos Aeroportuarios, especialmente en sus rentabilidades y planes de expansión.
“Son temas que sí preocupan y ocupan, porque al final de cuentas esos márgenes están siendo degradados. Estamos siendo menos rentables no solamente los hoteles, sino todas las industrias del turismo, derivado de más gastos y costos”, explicó el presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), Braulio Arsuaga.
El anuncio del ajuste sucede dos semanas después que el Gobierno Federal inició negociaciones con los Grupos para la reducción de la Tarifa de Uso Aeroportuaria (TUA). Ambos temas sobre la mesa dibujan, a ojos del Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur), un panorama poco favorable en términos de certeza de negocios.
“Una consecuencia de la baja en el TUA significará menores precios de los boletos de avión, sin embargo, igualmente esto puede ocasionar tener peores servicios en las terminales aéreas”, señaló el titular del Centro, Francisco Madrid.
ASG