En el Estado de México, al poner en marcha la estrategia Puerta Violeta, que busca brindar atención, protección y refugio de manera especializada a mujeres e hijos víctimas de violencia, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, reconoció que existe una deuda histórica con este género.
Acompañada por el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo y el presidente municipal de Nicolás Romero, Armando Navarrete, la titular de Segob destacó que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado que uno de los principales objetivos de esta administración es la defensa de los derechos humanos.
“Nos ha instruido a proteger los derechos fundamentales de todas y todos, pero principalmente de las mujeres, niñas, niños y adolescentes, y sobre todo a vivir una vida libre de violencia”.
La funcionaria federal comentó que la deuda histórica hacia las mujeres por una vida sin violencia está abierta por los estragos que causa la impunidad, y que en algunas mujeres las orilla a sobrevivir entre ofensas, abusos y maltratos.
“Esta Puerta Violeta refleja no solamente mi compromiso personal y el de la Secretaría de Gobernación con las mujeres, sus hijas e hijos, sino de los tres niveles de gobierno, de los tres Poderes. Nadie merece vivir y crecer con miedo. El derecho de las mujeres a una vida libre de violencia debe ser defendido por todas y por todos, debe ser garantizado por el Estado mexicano”, expresó.
Ante esto, explicó que se propuso un plan de medidas emergentes para atender la grave crisis en materia de violencia contra las mujeres, que da paso a la apertura de las Puertas Violeta.
“Anunciamos que replicaríamos en todos los municipios aquellas experiencias exitosas que han probado ser eficientes para prevenir la violencia contra las mujeres y su expresión más terrible que son los feminicidios”, alertó Sánchez Cordero al señalar que el Estado de México es la primera entidad que toma este programa bajo su tutela.
Indicó que la lucha contra la violencia de género no es solo por parte de autoridades de los distintos niveles de gobierno sino también de la sociedad civil y organizaciones sociales.
“Los invito a trabajar sin descanso para atender este fenómeno y transitar del aislamiento a la sororidad. Siempre se habla de fraternidad, pero tenemos que empezar a introducir el término sororidad, no nada más fraternidad, que será lo que nos identifique a las mujeres en esta lucha fraterna, sororidad entre todas las mujeres”, concluyó la secretaria de Gobernación.
AE