Steve Dettelbach, titular del Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos, (ATF), reconoció que la crisis por el tráfico de estos productos hacia México, a manos de cárteles de la droga, está lejos de terminar y requiere de la cooperación de ambos países involucrados.
Durante una reunión de coordinación contra el tráfico de armas de fuego hacia el sur en la sede de la ATF en Washington, DC, el funcionario detalló algunos de los esfuerzos que autoridades de ambos lados del Río Bravo están haciendo para detener flujo de armas y qué hacen para ayudar cuando se recuperan armas en México, como operativos en la frontera para detener el flujo de estos productos y el rastreo de las armas recuperadas en escenas de crímenes en México, para identificar a los compradores y traficantes.
A pesar del optimismo a futuro, Dettelbach advirtió del peligro que representa el tráfico de armas, especialmente las de grueso calibre: “Muchas veces estos cárteles no buscan cualquier arma de fuego, buscan armas que superen a las autoridades mexicanas. Hemos visto ametralladoras que son utilizadas por el Ejército de Estados Unidos”.
Según el director de la ATF, la mayoría de las armas traficadas a México provienen de Estados Unidos y “van a armar peligrosos cárteles de las drogas, llegan a manos de organizaciones extremadamente violentas".
Así, ante “casos incontables” que Dettelbach ve a diario, advirtió que “el reto que enfrentamos es inmenso, debemos hacer más".
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En su participación, la fiscal general adjunta del Departamento de Justicia, Lisa Mónaco, coincidió con Dettelbach en la necesidad de combatir el problema de forma coordinada con autoridades mexicanas: “el tamaño y la escala de las redes de tráfico de drogas y de armas que enfrentamos demandan un acercamiento conjunto".
Destacó, por ejemplo, el avance de diversas operaciones conjuntas para frenar el paso de armas de fuego por puntos fronterizos, que autoridades mexicanas han tenido un acceso expandido a mexicanos a herramienta de rastreo de armas de fuego y la conformación de un grupo especializado en la frontera estadunidense que rastrea a compradores intermediarios de armas de fuego.
Además, aseguró que la Fiscalía General de la República (FGR) en México estableció un grupo con agentes previamente investigados para combatir a traficantes de armas en el país.
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, hizo eco del llamado realizado por Dettelbach y Mónaco para que el tráfico de armas de fuego sea atendido de forma conjunta pues, dijo, “necesitamos trabajar juntos, compartir información” y sentenció a traficantes y compradores de armas: “iremos por ustedes y se hará justicia".
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