El centro de atención del presidium del desfile militar de la Ciudad de México fueron los ex presidentes Evo Morales, de Bolivia, y José Mujica, de Uruguay.
La mayoría de ellos no resistieron la tentación de tomarse una selfie con estas figuras de la izquierda latinoamericana.
Desde su llegada al templete para participar en el acto de las fiestas patrias, los políticos mexicanos buscaron hablar con los ex presidentes, tomarse la foto del recuerdo y presumirla en sus redes sociales.
Los más entusiastas fueron la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, y el canciller, Marcelo Ebrard, quienes más tardaron en tomarse la foto que en subirla a sus redes.
“Con nuestros invitados en el desfile”, presumió Ebrard en una primera foto.
En seguida publicó otra donde les explica cómo tiene que apuntalarse la Catedral Metropolitana, porque está edificada sobre construcciones prehispánicas.
Sheinbaum, a su vez, dio a conocer una fotografía con los ex presidentes.
“Con Pepe Mujica y Evo Morales compartimos la identidad latinoamericana, la convicción y la lucha por los sueños de transformación de nuestros pueblos, con ideologías firmes y el trabajo honesto como estandarte. ¡Que viva la democracia, la soberanía y la libertad!”
El más discreto fue el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, que sí se tomó fotos, pero grupales.
Alejandro Armenta, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la república también presumió su selfie con Mujica.
El único que no sucumbió a los encantos latinoamericanos fue el panista, Santiago Creel, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
EHR