"Fallida estrategia de seguridad y pobre perspectiva de empleo para jóvenes"

Originario de Torreón y egresado de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Antonio Attolini Murra es una de las figuras que llaman la atención en estas elecciones federales.

Hace seis años fue conocido por formar parte del movimiento #YoSoy132 y ahora le toca estar en la trinchera de un partido político, pues ha sido asesor en el Senado y actualmente recorre el país en apoyo al candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.

Afirma que en estas elecciones hay que mentalizarse para "vivir el peor día de nuestras vidas para que sea la mejor noche", esto en el sentido de que se involucren los ciudadanos para lograr el respeto del voto popular.

Considera que se vive un momento cumbre en que los jóvenes tomarán la decisión más importante por el país.

“Llegamos mucho más dolidos y lastimados porque el sector juvenil sigue siendo el más golpeado por la fallida estrategia de seguridad y con una perspectiva de empleo pobre”.

Hace seis años perteneciste a un movimiento social que hizo eco a nivel nacional y reflejó en su momento el sentir de un sector de la población joven, ¿qué ha cambiado desde entonces?

Creo que lo que ha sucedido en el país es que las cosas han empeorado y lo que revelamos en 2012 fue serie de agendas olvidadas que se había mantenido ocultas durante muchos años.

No solamente el tema de los medios de comunicación, sino el de salud, el de migrantes y el educativo. En su momento el reclamo no nada más era su parcialidad y cerrazón, sino también lo incapaces de articular un relato nacional que le hiciera sentido a las nuevas generaciones.

Hoy llegamos al 2018 con un bono demográfico que no se va repetir en la historia de nuestro país. Son 26 millones de personas entre los 18 y 34 años, de los cuales 12.4 por ciento son primivotantes.

Acompañamos ese bono y vivimos en un sexenio tremendo porque tenemos puras promesas rotas. Llegamos mucho más dolidos y lastimados porque el sector juvenil sigue siendo el más golpeado por la fallida estrategia de seguridad y con una perspectiva de empleo pobre.

Lo que sí cambia es que en ese año no había la salida o no estaba reflejado tan claro un proyecto político que pudiera resolver todo esto. 

En este año la gente no nada más llega enojada o desesperada, sino convencida de que hay proyecto que representa la mejor salida a los problemas del país.

¿Qué ves diferente en esta elección en comparación a las anteriores?

Lo que es distinto en esta elección a cualquier otra es que no fue posible por parte de las élites y los partidos que representan el régimen no fueron capaces de articular un bloque homogéneo anti López Obrador, porque ya nadie les cree sus mentiras.

Ya está diversificada la cantidad de información a la que tenemos acceso y también los nodos de comunicación. Ya no solamente es la televisión, la radio y los periódicos, sino que gracias al Facebook, al Twitter, al Youtube y al encuentro social entre la gente no logró prender el discurso del “Peligro para México”.

Sin embargo existe la creencia de que AMLO representa la opción “menos peor” que existe, ¿qué tan cierto es?

El candidato puntero no es favorito porque los otros sean muy malos, sino porque tiene un proyecto claro contra las problemáticas del país.

No estoy de acuerdo con eso del menos peor y las encuestas revelan que está siendo valorado no solamente en términos cualitativos de su personalidad.

La gente siente que es alguien que les está hablando a su realidad, no nada más en el sur o centro del país sino en todo el país.

Estamos viviendo una elección histórica porque un candidato está articulando esa mayoría social y el primero de julio la va transformar en una mayoría política. Ni Fox, Calderón o Peña llegaron a tener este éxito de proyecto antes de las elecciones.

En estas elecciones vemos cambios radicales en cuanto a las alianzas entre partidos políticos: la izquierda con la derecha. Está el caso del PRD, Movimiento CIudadano y el PAN, pero también el de Morena con el PES, ¿qué tanto puede desdibujarse un proyecto con eso?

En esta elección tenemos tres candidatos y cada uno representa una coalición, pero el único que tiene un proyecto articulado es Andrés Manuel.

Las alianzas el PES y el PT nada más son afinidades que se hacen en torno a un proyecto pulcro y que todos conocen, no algo de que vamos a esperar a ganar para ver qué hacemos.

Ni el Frente por México tiene algo claro y hablan siempre de una cosa tan abstracta como el bodrio que llaman gobierno de coalición. 

Nadie sabe qué es, cómo se come, qué representa y cómo puede resolver los problemas de la gente, mientras que el proyecto de Andrés Manuel ya tiene nombradas las quince carteras más importantes del Poder Ejecutivo.

Lo que hay que comparar es quién tiene proyecto y quién no.

¿Cómo se da tu acercamiento a este movimiento?

Desde el 2013 trabajé con el Senador Zoé Robledo, quien terminó siendo el coordinador de la bancada PT-Morena y siempre pugnamos por tener un bloque de izquierda.

Cuando se dio la alianza con el PAN decidimos dejar el PRD en enero del 2017 y nos sumamos a este proyecto.

Actualmente estoy dedicado a ser vocero del proyecto por todo el país. Estamos convocando a la gente a que tenga el peor día de su vida para tener la mejor noche de su vida, me refiero a que sean representantes de casillas para que vivan la elección de las seis de la mañana hasta la noche.

Te tocó como asesor conocer todo sobre las reformas del Pacto con México y ahora estar en un proyecto que habla por un lado de modificar o dar para atrás a esas leyes, ¿qué es lo que realmente buscan?

Son reformas de ley y así como se modificó la constitución en un momento se puede hacer en otro. 

Ninguna de ellas está enquistada en piedra y lo que se plantea es hacer una revisión de todas y particularmente la educativa para acabar con algunos vicios de origen que no han resultado como nos dijeron.

No porque haya opositores o la política, sino porque la visión de desarrollo planteada con el PRI no tomó en cuenta al pueblo. No se incorporó a los maestros, los empresarios y el público en general.