Falta de acceso a internet en zonas rurales dificulta trabajo y educación: Senado

Se estima que sólo el 23.4 por ciento de los hogares rurales cuenta con conexión a Internet.

En algunos casos su situación se agrava por las carencias económicas en sus familias.
Silvia Arellano
México /

El Senado de la República señaló que ante el confinamiento por covid-19 ha destacado el home office por su utilidad como continuar con el ciclo educativo mediante la modalidad en línea y para el comercio electrónico, entre otros actividades; sin embargo, la falta de acceso a internet en zonas rurales y zonas de pobreza ha dificultado el trabajo y la educación a distancia.

En el estudio titulado “Accesibilidad y uso de Internet en México. La ENDUTIH a la luz de covid-19”, del Instituto Belisario Dominguez del Senado destaca que en una crisis sanitaria como la de covid-19, la brecha digital constituye una caja amplificadora de la desigualdad social que hay en México.

El documento señala que, de acuerdo con datos del INEGI, mientras que prácticamente ocho de cada 10 personas de seis años o más es usuaria de Internet en asentamientos urbanos, esta proporción disminuye a cinco personas entre la población rural.

Indica que está brecha es más notable cuando la unidad de análisis es el hogar: mientras que 65.5 por ciento de los hogares localizados en asentamientos urbanos está conectado a Internet, solamente 23.4 por ciento tiene esta conexión en los asentamientos rurales.

Se estima que el 45 por ciento de la población mexicana que se encuentra en el estrato económico “bajo” es usuaria de Internet. Este porcentaje contrasta con el de la población que se encuentra en el estrato socioeconómico “alto”, ya que 92 por ciento de este sector es usuario de Internet.

En ese sentido, los hogares de estrato socioeconómico “bajo” que tienen computadora, pero carecen de conexión a Internet mencionan que no pueden adquirir el servicio por falta de recursos económicos (60.2 por ciento de quienes se encuentran en esta situación) y porque no hay servicio en su localidad (26.1 por ciento).

A pesar del incremento de la población usuaria de internet que ha tenido nuestro país en los últimos años (se pasó de 57.4 por ciento en 2015 a 70.1 por ciento en el año 2019), no se ha logrado reducir la brecha digital entre los asentamientos urbanos y rurales, ni entre los estratos socioeconómicos.

La investigación precisa que la población rural y la que se encuentra en situación de pobreza, presentan una condición muy adversa para complementar el aprendizaje de las personas que vieron alterada la modalidad en la que cursaban su educación formal a raíz del confinamiento.

Menciona que estos sectores de la población también enfrentan la dificultad de realizar teletrabajo o de capacitarse en línea para buscar un empleo cuando se reanude la mayoría de las actividades económicas.

Añade que esta dificultad va en detrimento de la construcción de capacidades y habilidades de la población que de por sí ya tiene una situación económica precaria.

Ante este escenario, indica que se considera fundamental avanzar en la consolidación de una sociedad del conocimiento que tenga políticas específicas para garantizar el acceso a Internet para toda la población.

​bgpa

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