La Feria de Chapultepec informó que despidió a sus empleados porque argumentó ante la Junta de Conciliación y Arbitraje que se ha vuelto insostebible el pagar las nóminas, a mes de que ocurriera el accidente en el que murieron dos personas y de que le fuera revocado el permiso el 13 de octubre.
A través de un comunicado, la empresa refirió que lucharán por vías jurídicas correspondientes para que en breve vuelvan a operar y en caso de lograrlo, aseguró, que los trabajadores liquidados "serán considerados antes que nadie para regresar".
Agregó que reconocerán sus años de trabajo y servicio, por lo cual "la oferta que recibieron refleja condiciones por encima de las que señala la ley".
"Nuestra casa lleva más de un mes cerrada, por lo que nos vimos obligados a dar aviso a la Junta de Conciliación y Arbitraje esta misma mañana, que se dan por terminadas las relaciones de trabajo individuales y colectivas por causas de fuerza mayor y por lo tanto, La Feria no puede ser por el momento una fuente de trabajo, como lo han reconocido las propias autoridades de la Ciudad de México", apuntó.
Reprochó que a pesar de ser los primeros interesados en conocer las causas del accidente y " de nuestra disposición al diálogo, las autoridades han mantenido una actitud que no nos ha permitido compartir con ellas los conocimientos que tenemos después de tantos años de experiencia acumulada en el manejo y operación de nuestro parque".
También acusó de que se les ha negado la posibilidad de "recuperar las llaves de nuestra casa y centro de trabajo, e incluso han señalado a algunos de nuestros colaboradores como probables responsables" sin tomar en cuenta elementos de su trabajo.
Agregó que continúan a disposición de las autoridades dos peritos, uno internacional y uno mexicano para coadyuvar al esclarecimiento de los hechos y "nos fue negado, pese a que las autoridades llevaron a cabo declaraciones públicas en varias ocasiones acerca de la necesidad de contar con peritajes expertos".
EB