Proclamado por el gobierno del entonces presidenteFelipe Calderón Hinojosa como el proyecto que regresaría la armonía vial entre el ferrocarril y la ciudad, el Libramiento Ferroviario de Celaya llega hoy a su aniversario número 11, sin una fecha definida para su conclusión, entre severos conflictos viales que día a día se registran en los cruces de principales avenidas con las vías del tren.
El día del anuncio, se estimó que la obra estaría concluida hacia finales de 2012. Han pasado 11 años y no fue así. Calderón Hinojosa ya lo había previsto, “no es una obra a corto plazo, es una obra de una complejidad propia, el proyecto, la liberación de los derechos de vía, el mismo tendido de las vías, la construcción de los patios requieren de tiempo”, justificó.
Pero Felipe Calderón era optimista ya que afirmó que “aunque tome tiempo, un viaje de mil leguas comienza con un paso y hoy el gobierno federal ha dado dos pasos: decidirse a echar a andar el proyecto y destinar (durante 2009) 600 millones de pesos para iniciar".
Sin embargo, reconoció que la velocidad de ejecución de las obras estaría sujeta a la capacidad gubernamental para obtener la liberación de los derechos de vía. El gobierno del estado de Guanajuato, entonces encabezado por Juan Manuel Oliva Ramírez sería el encargado de obtener los terrenos.
Obra inconclusa
Y fue precisamente ese tema, la liberación de terrenos, lo que empantanó en un principio la obra. Hacia el final de la administración “calderonista” no fue posible emitir más licitaciones para futuros tramos debido a que no se contaba con los terrenos liberados. De igual manera, recursos presupuestales asignados, debieron ser reintegrados ante la imposibilidad de contratar la ejecución de las obras.
Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, se concesionó la responsabilidad del proyecto a las empresas Ferromex y Kansas City Southern de México.