Texto dedicado a la periodista Valentina Alazraki por su amplia trayectoria en coberturas papales durante más de 47 años.
A las 06:15 estábamos en el aeropuerto de Roma. Era el día de la partida del papa Juan Pablo II hacia República Dominicana y México. Esta es la cronología del inicio de su viaje.
06:30. Empiezan a llegar los periodistas, más de cien acreditados para cubrir los detalles de la partida del Papa.
07:07. Llega el primer ministro italiano Giulio Andreotti. Conversa animadamente por más de 15 minutos con monseñor Pancraccio, obispo de la zona donde está el aeropuerto de Fiumicino, el aeropuerto internacional de Roma.
07:20. Llega el cardenal UgoPletti, vicario del Papa para la Diócesis de Roma.
07:47. Escoltado por motociclistas llega en su automóvil el Papa y a su entrada al aeropuerto se escucha un grito de “Viva México, viva el Papa”, que hace desviarse a Juan Pablo II para ir a saludar a un grupo de viajeros, seguramente mexicanos.
07:52. Inicia el mensaje papal de despedida con duración de cuatro minutos aproximadamente.
07:56. Reanuda su camino hacia la sala donde ha sido colocada la oruga que lo llevará directamente hacia el interior del avión DC–10 que luce frente dos pequeñas banderas (la del Vaticano y la de Roma), además del escudo pontificio y el nombre Dante Alighieri.
08:01. Según se puede apreciar en los monitores instalados dentro del aeropuerto hay aproximadamente 20 personas (además de los periodistas).
08:05. Se cierra la puerta del avión y es retirada la oruga. Inmediatamente se encienden las cámaras de televisión y se enfocan del lado izquierdo del avión, en donde se presume está ubicado el Papa.
08:10. Se empieza a mover el avión para tomar pista.
08:13. Andreotti sale del aeropuerto.
08:19. Empieza a rodar el avión para iniciar su despegue cerca de las 08:20 con rumbo a Santo Domingo, en la República Dominicana y México, poniéndose en marcha la primera etapa del viaje de Juan Pablo II hacia América Latina.
El Papa peregrino formó un vínculo intenso y profundo con México, producto de sus 5 visitas. ESPECIAL
Un punto más, una coma menos, así envié la crónica a Monterrey por teléfono a mi regreso a las oficinas de EFE, en Roma. El Diario de Monterrey era su único suscriptor en Monterrey. Apenas tres días había quedado en forma oficial incluida la visita del Papa a Monterrey.
Me despedí de Manolo Dompablo, jefe de la Oficina de EFE en Roma; Jesús Gómez Olmedo y el motorista, de quien no recuerdo su nombre. El motorista, me había relatado Manolo, fue quien prendió el equipo la mañana del 29 de septiembre de 1978 e informó a la Oficina de Control de EFE en Madrid de la muerte del papa Albino Luciani, Juan Pablo I.
Hasta ese día, jueves 25 de enero de 1979, cerca del mediodía pasé a la Casa Felici, la tienda de fotografía oficial del Vaticano. Manolo me había dicho que cuando le grababa el saludo del papa Juan Pablo II el día anterior, él vio que nos habían tomado fotografías. Efectivamente había una fotografía. La pagué con 50 dólares y quedaron de enviármelas a Monterrey.
De paso compré una más de Joaquín López-Dóriga, del Canal 13. A mi regreso se la mandé como recuerdo de aquel 24 de enero de 1979.
Ese miércoles López Dóriga, de Canal 13, y Valentina Alazraki, de Televisa, estaban esperando al Papa para tomarle unas palabras para México, antes de que diera su mensaje habitual de la audiencia.