Francisco Labastida, de ex candidato presidencial a crítico de Peña Nieto

De político a...

Entre los escándalos que serán la sombra de su carrera política está el Pemexgate, el desvío de recursos de la entonces paraestatal para la campaña presidencial del sinaloense.

Labastida fue gobernador de Sinaloa e integrante del gabinete con Ernesto Zedillo. | Javier García / Diseño: Oscar Ávila
Ciudad de México /

Francisco Labastida Ochoa será recordado por la historia como el primer candidato presidencial priista en perder ante el abanderado panista, Vicente Fox, en la elección donde se consolidó la alternancia política de México.

Desde 1964, Labastida comenzó a ser miembro activo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y bajo sus siglas ocupó varios cargos políticos y administrativos, desde gobernador de Sinaloa, embajador en Portugal, integrante del gabinete presidencial de Ernesto Zedillo hasta senador de la República.

Labastida estudió la licenciatura en Economía por la UNAM y en su alma mater impartió clases de Comercio Internacional y Programación Lineal. En la máxima casa de estudios también encontró el amor; se trata de María Teresa Uriarte Castañeda, investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas.

Entre los escándalos que serán la sombra de su carrera política está el Pemexgate, el desvío de recursos de la entonces paraestatal para la campaña presidencial del sinaloense.

Su último cargo público fue como senador de la República, de 2006 a 2012.

¿A qué se dedica ahora Francisco Labastida?

Desde 2012, Labastida había hecho público sus intenciones de ya no estar en el sector público sino abrir un despacho de consultoría. Hasta el momento ha estado alejado de la política de forma pública, de vez en cuando ha concedido entrevistas para diversos medios de comunicación. 

La aparición pública más reciente fue con Mario Zamora, quien se perfila como candidato a la gubernatura de Sinaloa por la coalición Va por Sinaloa. 

 

A pesar de ser priista, Labastida ha cuestionado a sus correligionarios, como al propio ex presidente Enrique Peña Nieto. En una entrevista con Grupo Radio Centro en 2019, el sinaloense aseguró que ha sido "el más malo" mandatario que ha tenido el PRI durante prácticamente toda su existencia. 

"Yo no tengo nada personal en contra de él (Peña Nieto); él tuvo la disposición para invitarme a ser secretario en dos ocasiones, yo decliné", indicó.

Como ejemplo a su premisa expuso el aumento en la deuda de Pemex, "la superficialidad, el abandono del poder, dejó que el gobierno se manejara por conducto de los secretarios que tenían el control". 


​JLMR

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