Uso de la fuerza pública; peritos expertos vigilan y determinan

Fiscalía. Ante el incremento de enfrentamientos y acciones policiales, sus servicios son solicitados en mayor medida en casos donde se ven involucrados agentes federales a petición del Ministerio Público

La Coordinación General de Servicios Periciales de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) cuenta con tres peritos especializados en el Uso de la Fuerza Pública, quienes son pioneros para determinar si hay o no excesos en el actuar de los cuerpos de seguridad de los tres órdenes de gobierno, ya que sus servicios son solicitados en mayor medida en casos donde se ven involucrados agentes federales.

A raíz de un notorio incremento de enfrentamientos y acciones policiales para salvaguardar la integridad de los ciudadanos, los titulares de la Fiscalía General de Justica y la Coordinación de Servicios Parciales de la entidad, José Luis Cervantes Martínez y Carlos Díaz de León Martínez, respectivamente, determinaron incluir peritos especializados en el Uso de la Fuerza Pública, así lo dio a conocer Nancy Claudia Vaca Martínez, una de los tres peritos especializados en la entidad. 

“Se deriva de una petición del Ministerio Público Federal donde nos solicitan si hay algún experto en materia del uso de la fuerza, claro, derivado de un asunto de un enfrentamiento… el Coordinador General y el Fiscal General tuvieron la idea y el gran acierto de establecer esta materia”, dijo.

Su labor consiste en indagar minuciosamente el actuar de los elementos de seguridad, tanto de la Policía Municipal, Policía Estatal, Policía de Investigación y Fuerzas Federales para verificar, bajo su análisis pericial, si hubo un abuso policiaco respecto a la fuerza desmedida.

“Como en todos los asuntos hay contrariedades, hay versiones encontradas, entonces tenemos que hacer el análisis del asunto para ver si los elementos encargados de cumplir la ley efectivamente emplearon o usaron adecuadamente la fuerza para lo que están facultados”.

Destacó que en los últimos años han incrementado los casos de enfrentamientos entre los encargados de velar por la seguridad y civiles o presuntos delincuentes, donde los uniformados pueden ser señalados por “brutalidad policiaca”; sin embargo, esto requiere de una investigación especial para determinarlo.

“En los últimos años ha habido un incremento y sobre todo esta parte que a veces nosotros nos vamos con la idea de que los elementos están abusando de la sociedad, pero no todas las veces es así… los compañeros que pertenecen a cuerpos de seguridad suelen verse vulnerables en su actuar porque ellos tienen que defender a la sociedad y esa parte tal vez no la vemos”, explicó.

Aseguró que todos los elementos son puestos bajo la lupa cuando intervienen en una detención o un enfrentamiento, ya que el uso de fuerza corporal o uso de arma de fuego u otro objeto a su cargo tiene que ser registrado y analizado, aunque están facultados para hacerlo.

“Neutralizar - por ejemplo - a alguien que está dañando a otra persona, ya sea de un cártel o un delincuente, no es fácil, estás arriesgando tu vida… facultado estás por la Ley del Uso de la Fuerza para poder repeler la agresión, neutralizar y proteger tu vida y la de tus compañeros y de la sociedad”, precisó.

Si bien en el Estado de México hay mayor número de detenciones por agentes municipales o estatales, explicó que sus servicios son solicitados en mayor medida por casos donde están involucrados elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), incluso son llamados para atender casos fuera de la entidad en juzgados federales.

“Todas las corporaciones son vulnerables, pero me atrevo a decir que probablemente Sedena sí se arriesga un poco más por el tipo de temas que manejan… Sedena se enfrenta más a los cárteles, por su tipo de funciones que ellos tienen, entonces muchas veces ellos tienen más enfrentamientos que los propios federales; sin embargo, no estamos exentos policías de investigación y local también”, subrayó.

Alta incidencia

Bajo su experiencia, considera que de cada 10 casos en los que ella y sus dos compañeros especializados han intervenido, tres son acreditados como uso excesivo de la fuerza pública.

“De 10 casos, probablemente unos tres. A veces la percepción es inadecuada y por eso pensamos que las autoridades abusan, pero realmente, haciendo un análisis fondo hasta los dictámenes psicológicos porque también es importante saber en qué estado mental se encuentra el elemento que hizo el uso de la fuerza”, agregó.

Además, consideró que la principal falla en los agentes es que no están debidamente capacitados para realizar una detención, repeler una agresión y el nivel de fuerza que se debe utilizar en los diferentes escenarios que se le presentan como agentes de seguridad.

“Lo que hace falta tal vez sea capacitación, capacitación a nuestros policías, capacitación a nuestros cuerpos de seguridad para que ellos sepan cómo actuar, como repeler e inclusive que nivel del uso de la fuerza vas a utilizar y en qué asunto… básicamente ese es el punto clave de la falla en todos los asuntos de este tipo, es que el elemento a veces no sabe o no conoce la Ley y a veces no tiene la capacitación necesaria para repeler un enfrentamiento”.

Otro problema que encuentran y que puede dar el fallo en contra de los oficiales, es que no llenan correctamente el Informe Policial Homologado (IPH), el cual aporta información y bases para la investigación que realizan los peritos, y es que en este informe hay un apartado exclusivo del uso de la fuerza.

“Tú aquí vas a indicar que tipo del nivel de uso de fuerza estás utilizando y porqué, vas a hacer la narrativa de los hechos. Es un punto bien importante que los elementos también conozcan y que se capaciten en estas situaciones porque a veces por llenar rápido el IPH o por cualquier tipo de deficiencias nos faltan detalles para poder hacer un análisis adecuado”.

Finalmente, aclaró que su trabajo lo realizan de manera objetiva para que un asunto se determine al final por las autoridades judiciales tomando en cuenta que el uso de la fuerza va de la mano con los derechos humanos, legalidad, proporcionalidad, entre otros, los cuales deben respetar todos aquellos que están en una corporación de seguridad.