El 17 de junio de 1966, tras la llegada del huracán Inés, que ocasionó el desbordamiento del río Pánuco, afectando el sur de Tamaulipas y la zona norte de Veracruz; se implementó por primera vez el Plan DN-III-E. Desde esa fecha se ha consolidado la unión y cooperación entre el pueblo de México y las fuerzas armadas, afirmó el general Agustín Radilla Suástegui, subsecretario de la Defensa Nacional (Sedena).
Durante la ceremonia por el aniversario realizada en el Cuartel General de la Comandancia del Ejército Mexicano, el funcionario de la Sedena señaló que el Plan DN-III-E es “el instrumento operativo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana, que establece los lineamientos generales para el auxilio a la población en casos de desastre optimizando el empleo de los recursos humanos y materiales para brindar una atención oportuna, eficaz y eficiente”.
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Desde que inició la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador y hasta el 31 de mayo de este año, el Plan DN-III-E se ha activado para hacer frente a 797 sistemas tropicales y lluvias torrenciales; 139 explosiones; ocho sismos y mil 988 incendios en todo el país. Se he logrado con la participación de 161 mil 882 efectivos del ejército, 15 mil 796 vehículos y 70 aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana.
El plan DN-III-E se basa en cinco puntos básicos: búsqueda y rescate de personas, evacuación de comunidades en riesgo, administración de albergues, recomendaciones a la población, y seguridad y vigilancia de las áreas afectadas.
Según las leyes que regulan la actividad del Ejército, se desprenden tres planes de guerra y doctrinas para impulsar el despliegue de las fuerzas armadas: DN1, que consiste en la preparación para la defensa externa; DN2, para garantizar la seguridad interna y la paz social y DN3, para proteger a la población en caso de desastres naturales.
Los integrantes de las fuerzas armadas están capacitados para actuar contra inundaciones, incendios y sismos, como en las tragedias por la explosión de San Juanico, en 1984; el terremoto de 1985 en Ciudad de México; el huracán Paulina, en 1997; las inundaciones de Tabasco, y actualmente en Oaxaca, para apoyar a más de 25 mil familias damnificadas por el huracán Agatha, en dónde se han sido desplegados 3 mil 715 efectivos, 190 vehículos más de una decena de aeronaves y se han instalado ocho albergues, en actividades de auxilio a la población afectada en 27 municipios.