Luego de rebelarse que 49 empleados del Parque Fundidora se llevan más del 42 por ciento de la nómina, el Congreso del Estado advirtió que ellos deberán acreditar ante la Auditoría Superior del Estado (ASE) que el manejo de la nómina fue apegado a la normatividad vigente en Nuevo León.
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Juan Carlos Ruiz, presidente de la Mesa Directiva del Poder Legislativo, expresó que los integrantes del consejo sabrán cómo administran el parque, pero que serán responsables del manejo de cada peso que se utilice.
“Ellos van a tener que acreditar ante la Auditoría Superior del Estado que el manejo de la nómina fue apegado a la normatividad vigente en el estado, si ellos violaron algo, ellos van a tener que defenderse ante la Auditoría, pero la exigencia es que el parque lo abran ya”, dijo.
La versión de Juan Carlos Ruiz se da luego que MILENIO Monterrey publicara que la comparecencia del presidente del Consejo Administrativo del Parque Fundidora, Artemio Garza Rodríguez, puso de manifiesto que la nómina es acaparada por la alta burocracia y que, en muchos casos, duplica funciones con el gobierno del estado.
Mientras el organismo público descentralizado atraviesa una crisis financiera, un análisis a la información presentada a los diputados locales arroja que los 305 empleados con los que cuenta generan un gasto mensual de 5 millones 245 mil 200 pesos, de los cuales el 42 por ciento de este gasto es consumido por siete directores, siete coordinadores, 19 jefes de área y 16 supervisores, que en conjunto, generan un costo mensual de 2 millones 217 mil 300 pesos, siendo el salario más elevado el del director general, Fernando Villarreal Palomo, con una percepción diaria de 3 mil 500 pesos, que se traduce al mes en 105 mil pesos.
“El gobierno del estado junto con el Consejo del Parque deben de estar en comunicación permanente y buscar el cómo sí el parque esté abierto; finalmente el Congreso revisará el ejercicio fiscal del gobierno estatal de todos los años, mientras ha estado al frente del gobierno, pero lo que le toca ahorita al Consejo del Parque Fundidora y al gobierno estatal es ver cómo hacen que el parque esté abierto permanentemente, porque le sirve a la comunidad de todo Nuevo León.
“No se trata en estos momentos de buscar al culpable, ellos dos deben de buscar soluciones, tanto el consejo del parque como el gobierno del estado deben de llegar a un acuerdo y a una solución rápida y que no vengan a entrar a una discusión bizantina de si Salud les suspendió o si les obligaron a cerrar o si el gobierno estatal ya no le quiere mandar recursos al parque; hoy el consejo ciudadano y el gobierno deben ver cómo abrir el parque ya”, declaró.