A cinco días de que un juez federal ordenara el cese de la medida cautelar de resguardo domiciliario en su contra, el ex presidente del patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Gerardo Sosa Castelán se presentó este jueves en el Centro de Extensión Universitaria (CEUNI) a un encuentro con la comunidad estudiantil, docente y administrativa.
A Gerardo Sosa se le sigue un proceso por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita y en su reaparición pública de este miércoles, a cuatro días de las elecciones concurrentes, descartó su reincorporación a la máxima casa de estudios del estado y apuntó que solo pasó a saludar.
Recordó que hace unos días un juez federal le cambió la medida cautelar de resguardo domiciliario y precisó que se encuentra en espera que le den fecha para llevar a cabo la audiencia de juicio.
A unos días de la elección aseguró que no milita en ningún partido político y dijo no conocer a fondo el rompimiento entre el Partido del Trabajo (PT) y Morena en el estado además de mencionar que no ha tenido contacto con el gobernador del estado, Julio Menchaca Salazar ni tiene motivos para buscarla.
El pasado 24 de mayo el juez de control federal, Gregorio Salazar Hernández, resolvió el cese de la medida cautelar de resguardo domiciliario que se había impuesto al ex presidente de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo Gerardo S.C.
Sin embargo, continuará utilizando el brazalete electrónico como medio de localización del acusado hasta en tanto no se celebre el juicio oral sobre el proceso que se le sigue por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Uno de los argumentos que estableció el juez para modificarle la medida de resguardo domiciliario a Sosa Castelán es que pueda seguir desempeñando actividades laborales que realizaba antes de ser detenido y que le permitirán de igual manera seguir con sus tratamientos médicos.
Para el cambio de la medida la defensa argumentó que ya han transcurrido más de cuatro años desde que se instauró el proceso en contra de su defendido sin que se haya podido celebrar su juicio.
El 31 de agosto de 2020 Gerardo Sosa Castelán fue detenido en la Ciudad de México por elementos de la Fiscalía General de República (FGR). Seis días después, el 6 de septiembre un juez federal lo vinculó a proceso junto a tres personas más por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita por 58 millones 200 mil pesos.
El 3 de febrero de 2022 un juez de control, con sede en Almoloya, Estado de México, autorizó la sustitución de la medida cautelar de prisión preventiva por arraigo domiciliario con lo que dejó el penal de máxima seguridad del Altiplano debido a su precario estado de salud. El 24 de mayo de este año un juez de control ordenó el cese del resguardo domiciliario, sin embargo su proceso continúa.