A pesar de tener información específica sobre la contaminación en el Área Metropolitana de Monterrey (AMM), las fuentes, el daño, pero también las recomendaciones para resolver el problema, el Gobierno del Estado no ha hecho nada.
Se trata del estudio “Propuestas para el desarrollo sustentable de ciudades mexicanas, Área Metropolitana de Monterrey” y su complemento, “Análisis de la contaminación por PM 2.5 en la ciudad de Monterrey, enfocado a la identificación de medidas estratégicas de control”, publicado en 2019 por el Centro Mario Molina y financiado por CONACYT.
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En el documento se encuentran las medidas de mitigación propuestas en el estudio, a fin de mejorar la salud poblacional y recuperar los niveles señalados en las normas de calidad del aire.
- Reubicar a la industria pesada altamente contaminante, como las pedreras, o instalar de manera obligatoria tecnologías modernas anticontaminantes y utilizar combustibles más limpios, como es el gas natural en sustitución del combustóleo y otros hidrocarburos pesados. No se realizó.
- Desarrollo de un programa industrial bajo en emisiones que sustituya combustibles; revisión, optimización e implementación de sistemas de control de emisiones; reducción de emisiones; modernización de vehículos. No se realizó.
- Crear un Sistema de Monitoreo Continuo de emisiones en fuentes fijas además de la Red de Monitoreo ya existente. No se realizó.
- Identificación de zonas críticas de concentración de contaminantes. No se realizó.
- Nuevas estaciones de monitoreo o reubicarlas. No se realizó.
- Incentivos y medidas emergentes para adquisición de tecnología y reducción de impuestos, entregar certificados de “industria libre de partículas”. No se realizó.
- Reducción de emisiones de PM2.5 a partir de la instalación de quemadores modernos en la industria de producción de petróleo y gas. No se realizó.
- Proponer metas de emisión a grandes industrias con altas emisiones. No se realizó.
- Promover la creación de una nueva Norma de Calidad del Aire para PM 2.5 en el AMM, para poner límites en los que se decretará zona crítica o zona saturada a fin de proteger a la población expuesta por temporadas o evitar asentamiento de nuevas industrias. Se realizó a medias.
Aunado a ello, en marzo de 2021 se presentó otro estudio relacionado con el Rediseño de la Red de Monitoreo de la Calidad del Aire de Monterrey, el cual concluyó que de las 14 estaciones de Monitoreo de la Calidad del Aire, 10 fueron instaladas con base a un estudio realizado en 1992 cuando la población, el uso de suelo, la meteorología y características del terreno eran muy diferentes.
El estudio recomienda reubicar cuatro estaciones: Pueblo Serena, Escobedo, García y Universidad, y otras cuatro: Apodaca, San Pedro, San Bernabé y San Nicolás requieren de una valoración adicional para confirmar la escala espacial de representatividad espacial asignada como resultado de esta actividad.
El documento refiere que dichas estaciones se encuentran muy cerca de las fuentes contaminantes y no miden el impacto real en las zonas habitacionales.