El penal de Topo Chico cerró su operación como cárcel, luego de que se trasladaran los últimos 150 reos al Cereso de Apodaca, ambos en Nuevo León.
Tras 76 años de estar en funciones como un centro penitenciario, el penal será convertido en un gran parque y en Archivo General del Estado.
- Te recomendamos Gobierno da ceremonia de cierre del penal del Topo Chico Gobierno
El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, encabezó el evento de clausura del penal, en el cual admitió que ha recibido mensajes de texto no agradables por la decisión tomada.
Esta es la primera ocasión en que el mandatario estatal da a conocer este tipo de mensajes, y dijo tener conocimiento de que “a muchos” les molestó el que haya cerrado el penal, porque le cortó ingresos económicos millonarios a las células delictivas.
“El tema de violencia y maldad es muy complicado. Yo no puedo ir al cine porque a lo mejor alguien está enojado conmigo, ustedes si pueden ir al cine. Yo no puedo ir ya a muchos lugares porque arriesgo a los que van conmigo porque tomé esta decisión (de cerrar el Penal), y sé que a muchos les va a molestar, y sé que a muchos les está molestando.
“Recibo muchos mensajes, muchos no agradables, que no los digo para no preocupar a nadie, pero todos los días, a cada rato, porque tomé esta decisión. Le quitamos a la delincuencia organizada una gran cantidad de ingresos, millones de pesos, y eso no es sencillo.
Por otra parte, Rodríguez Calderón pidió a los diputados locales dar celeridad a la reforma a la Ley de Seguridad del Estado, para que el Sistema Penitenciario pase a ser responsabilidad de la Secretaría General de Gobierno y ya no de la Secretaría de Seguridad.
De igual forma, adelantó que una vez cerrado el penal, estará abierto a la ciudadanía a más tardar un mes y medio para que conozcan las condiciones en que vivían los internos, y hacer conciencia en los jóvenes para que no cometan delitos.
Precisó que para la creación del parque tienen ya un recurso de 50 millones de pesos que saldrá de la administración del Parque Fundidora al tener un superávit de dicho monto.
La masacre y muerte de 49 internos por una riña entre grupos antagónicos de la delincuencia organizada perpetrada en febrero del 2016, fue recordada como el incidente más fuerte, tanto en un vídeo, como por Eduardo Guerrero Durán, asesor en Políticas Penitenciarias del Estado.
En este sentido, el funcionario señaló que la reingeniería penitenciaria constó de siete ejes rectores, así como de mil 152 acciones que se tienen que implementar en el corto, mediano y largo plazo, entre las que están incluidas el cierre del Topo Chico.
Destacó que de este penal se movieron a 846 personas a otros estados, lo cual les permitió desarticular las bandas del crimen organizado.
Asimismo, también se movilizaron a 4 mil 898 personas privadas de su libertad de un penal a otro. De noviembre del 2018 al cierre del penal, apuntó, se realizaron 632 intervenciones para detectar objetos y cosas no permitidas.
“Esto nos ha permitido decomisar más de 3 mil 300 artículos al interior de los centros penitenciarios”, concluyó.
En tanto, Manuel González, secretario general de Gobierno, adelantó que ahora la meta será certificar los penales de Apodaca y Cadereyta para una mejor estadía de los internos.
A la ceremonia asistieron el comandante de la Cuarta Región Militar, Jens Pedro Lohmann; el comandante de la Séptima Zona Militar, Carlos César Gómez López; el fiscal General del Estado, Gustavo Adolfo Guerrero; el presidente del Congreso local, Juan Carlos Ruiz; el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Francisco Javier Mendoza Torres; y funcionarios estatales, quienes pusieron fin a su operación.