A poco menos de un mes de que se registraron las explosiones por una toma clandestina de gas LP que cimbraron la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacan, en Puebla capital, el gobernador Miguel Barbosa Huerta reconoció que aún no hay personas detenidas por su responsabilidad en los hechos.
En conferencia de prensa, el titular del Ejecutivo estatal señaló de manera breve que la Fiscalía General de la República (FGR), la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal mantienen las investigaciones para aprehender a quienes provocaron el siniestro que dejó cuatro personas muertas, más de 15 heridas y a por lo menos 59 familias sin hogar al quedar su vivienda destruida.
"Respecto a detenciones todavía no hay pero está en proceso, está pendiente de que se desahogue eso", comentó Barbosa.
Cabe recordar que la madrugada del 31 de octubre, habitantes de San Pablo Xochimehuacan fueron desalojados luego de cuatro explosiones seguidas a causa de una toma clandestinas de gas LP, la cual fue realizada en un predio irregular por operadores de una pipa de Hidro Gas.
Tal y como MILENIO Puebla lo informó, el día de los hechos falleció en la zona cero Abimael Eduardo Zamorano, de 32 años; mientras que en el hospital murieron Práxedis Martínez Martínez, de 62 años; Angélica Andrea Cruz, de 17 años; y Azucena Bravo Martínez, de 43 años.
Además, hasta el último reporte de la Secretaría de Salud estatal, con fecha del 24 de noviembre, siete personas continuaban hospitalizadas a causa de las heridas que sufrieron durante las explosiones.
En la zona cero de la junta reina el silencio
La zona cero luce diferente a los primeros días después de la tragedia. Hoy ya no hay personas detrás de los cintillos precautorios en espera de ingresar a sus viviendas colapsadas para rescatar algunas de sus pertenencias.
En el lugar, al norte de Puebla capital, tampoco hay cuantiosos grupos de decenas de militares o elementos de la Guardia Nacional en cada metro a la redonda de la toma clandestina.
Sin embargo, se percibe un silencio, por momentos perturbador, que contrasta con el ruido, los gritos y el llanto registrados la fatídica noche del pasado 31 de octubre.
El ajetreo en la zona se detuvo, pero nada volverá a ser como antes. Aun cuando las autoridades presentan avances significativos en el tema de vivienda demolida, atención de hospitalizados y planes para regularización de predios en la zona de riesgo y de reubicación de damnificados, todavía no hay detenidos.
Durante los primeros días, incluso semanas, hubo cierto grado de rezago en la atención para los habitantes de colonias como la Benito Juárez; sin embargo, ahora en la junta auxiliar se encuentran 59 viviendas demolidas y 55 con daños menores reparadas. También hay 155 devueltas a sus propietarios y 38 están por liberarse.
El robo de combustible en San Pablo Xochimehuacan dejó a su paso tristeza y dolor entre sus habitantes.
AFM