El gobierno de Puebla palomeó que el cubrebocas regrese como una medida preventiva en contra de enfermedades respiratorias ante el repunte de contagios que tuvo la entidad en padecimientos como influenza, virus sincitial o el covid-19; sin embargo, no será obligatorio su uso, ya que la recomendación la centró en personas con síntomas.
Mediante un comunicado la Secretaría de Salud estatal reconoció que la población ha sufrido mayor incidencia en la adquisición de enfermedades respiratorias durante la temporada invernal, por lo que se deberán redoblar los esfuerzos al respecto.
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"Uso de cubrebocas si se presenta alguna enfermedad respiratoria o se encuentra en lugares cerrados y con aglomeración de personas", instruyó.
La dependencia calificó el fenómeno como un "aumento moderado" y giró instrucciones específicas a grupos poblacionales vulnerables, como menores de 5 años, adultos mayores de 60 años, embarazadas, personas con enfermedades crónicas no transmisibles o con inmunodepresión, VIH-Sida, quimioterapia o cáncer.
Entre las disposiciones se encuentra el lavado de manos, no tocarse la cara constantemente, utilizar el estornudo de etiqueta, limpieza de superficies y utensilios, evitar corrientes de aire, consumir alimentos con vitaminas A, C y E.
También contempló abrigarse con ropa gruesa, evitar visitas a personas con síntomas respiratorios, cubrirse nariz y boca al pasar de un ambiente cálido a uno frío y, en caso de presentar síntomas respiratorios, acudir a una unidad de salud para no automedicarse.
De acuerdo con la Red de Infecciones Respiratorias Agudas Graves (IRAG), a cargo de la Secretaría de Salud federal, Puebla tiene ocupación hospitalaria de 0.78 por ciento por este tipo de casos, ocupando la última posición nacional entre todas las entidades con al menos un paciente internado.
La recomendación oficial del uso de cubrebocas llega después de las medidas que adoptaron por cuenta propia los sistemas de salud públicos en sus clínicas y hospitales, así como universidades y comercios, para que las enfermedades respiratorias no alcancen la magnitud que logró el covid-19 en años anteriores.
AAC