La restauración de la zona afectada por el proyecto carretero Bolaños-Huejuquilla en la comunidad indígena de Tuapurie (Santa Catarina Cuexcomatitlán), y la construcción del camino-jardín ordenada por el juez primero de distrito en materia administrativa (expediente 596/2008), ya ha recibido 70 millones de pesos para cerrar esta administración con poco más de siete kilómetros construidos, aún lejos de la longitud total de la ruta, de poco más de 19 kilómetros.
La semana pasada, las autoridades comunales recibieron en la zona al titular de la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública (SIOP), Netzahualcóyotl Ornelas, para la entrega formal del Paso del Oso, un sitio sagrado de la cosmogonía wixárika que había sido dañado por la maquinaria de la obra durante la administración de Emilio González Márquez.
También se hizo la entrega de un cheque por 20 millones de pesos a favor de la comunidad por pago de daños y perjuicios, pues la obra del gobierno anterior no tenía ni autorización de impacto ambiental ni permiso de la asamblea general de comuneros, lo que derivó en un fuerte impacto a sitios tradicionales, daño a arbolado y perjuicios no resueltos completamente a diez años por los problemas de comunicación terrestre que tuvo como consecuencia.
En lo correspondiente a 2018, el gobierno estatal aportó 20.5 millones de pesos mientras el Ayuntamiento de Mezquitic lo hizo con 2 millones, para un total invertido en el camino de 22.5 millones de pesos, lo que completa la inversión comprometida para 2018.
Los cuatro conceptos de reparación se dividen del siguiente modo: uno, restauración del Paso del Oso: totalmente entregado y recibido por la comunidad. Construcción del camino-jardín, ya acumula una inversión de cerca de 50 millones de pesos. Tres, pago de 20 millones que ordenó el tribunal como indemnización por el uso de derecho de vía. Y cuatro, reforestación: se tiene contrato de construcción de vivero y supervisión ambiental para todo el año 2018.
El concepto de camino-jardín es más costoso que una carretera asfaltada normal, porque incluye líneas de adoquín para hacer más lento el tránsito y respetar de este modo la vida silvestre y el paso de viandantes. Pero quedará en manos del siguiente gobierno terminar la mayor parte, pues restan por construir alrededor de doce km. Eso hace que la comunicación, sobre todo hacia el sur, con Wuaut+a (San Sebastián Teponahuaxtlán) y Bolaños, permanezca precaria, y la salida de vehículos sea por lo general hacia el norte, a la zona de Tenzompa, hacia Huejuquilla y Mezquitic.
La dificultad de comunicaciones es claramente una de las carencias que mantiene en estado de rezago social a la zona wixárika, pues hace que los insumos y bienes necesarios para la calidad de vida, así como servicios básicos de salud y educación, se integren más lentamente. También cancela oportunidades económicas: la espectacularidad de la región no puede ser explotada como oportunidad de negocios para los núcleos indígenas.
La sentencia del juicio de amparo quedó firme desde el 14 de mayo de 2014, cuando el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Tercer Circuito, notificó al juez primero de distrito el toca de la queja 165/2013, promovida por el gobierno estatal contra la sentencia del 19 de septiembre de 2013. Se concedió el amparo y protección de la justicia federal “para el efecto de que la autoridad responsable Sedeur del estado de Jalisco deje insubsistente todos los actos inherentes a la ejecución del proyecto carretero Bolaños –Huejuquilla El Alto, específicamente del kilómetro 70 más 400 [metros] al 89 más 580, que afecten la propiedad de la parte quejosa, aclarando que se entenderá como debidamente cumplida la ejecutoria del presente juicio de amparo, hasta que la autoridad responsable deje las cosas en el estado que guardaban antes de la violación decretada”, de lo que derivó el convenio de cumplimiento en un camino-jardín cuya conclusión ha sido postergada para el siguiente gobierno.
SRN