La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) continúa al pendiente de los traslados de reos que realicen las autoridades estatales en el penal del Topo Chico, con miras al cierre definitivo del complejo.
Consultada por MILENIO Monterrey, la CEDH detalló que por el momento siguen vigilantes en calidad de observadores ante los traslados que restan en el mencionado penal, que se realicen de las personas privadas de la libertad del Centro Preventivo y de Reinserción Social Topo Chico, al Centro de Reinserción Social No. I, antes Apodaca.
La intención, informaron, es verificar “que se respeten los derechos humanos de la población penitenciaria”.
Asimismo, dará seguimiento a todas las acciones que se lleven a cabo, a fin de constatar que los espacios de alojamiento en los que se van a ubicar a las personas privadas de la libertad, cumplan con las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Mandela), además de otros estándares.
Durante la madrugada del jueves, viernes y el sábado se realizaron diversos operativos de traslado a los otros centros de reinserción social del estado.
Internas y pequeños, la población más vulnerable
Patricia Cerda Pérez, investigadora en reinserción social, señaló que las internas y los pequeños eran el sector más vulnerable del penal del Topo Chico.
En los últimos siete años se enfocó a estudiar la violencia que se vivía en el penal del Topo Chico, sus publicaciones ejercieron presión para iniciar con los traslados de los reos que, por años, formaron parte de la sobrepoblación, pero principalmente para aplicar la política penitenciaria con visión de género.