Tuvieron que pasar casi cinco años para que Tampico pudiera contar con un nuevo espacio que dará identidad a la ciudad frente al resto del país. Pero de no ser por la actual pandemia del covid-19, en estos momentos ya estarían en funcionamiento los anhelados mercados municipales.
Es la última magna obra pública en una ciudad histórica por naturaleza, misma que pasó por todo tipo de obstáculos para llegar a lo que actualmente se puede apreciar en el corazón del centro porteño. Desde protestas, retrasos, daños por los embates de la naturaleza, hasta la pérdida de fe en que se terminaran, los mercados ahora lucen realmente esplendorosos.
Ha sido durante casi un lustro que los comerciantes trataron de sacar adelante sus locales en un área temporal adecuada en propiedad privada de ferrocarriles.
En ese sitio, la vida de los más de 600 locatarios ha cambiado por completo: desde bajas ventas, inconformidades, el cierre de establecimientos y hasta la muerte de 35 locatarios que ya no vieron concretado el sueño de su nuevo hogar comercial.
“Varios compañeros no lograron ver esta gran obra, se nos adelantaron en el camino, pero quienes seguiremos ahí, podremos honrar su memoria”, recuerda Gloria Zubieta Sánchez, presidenta de la Unión de Locatarios Unidos por los Mercados de Tampico.
La obra entregada en febrero de este año no solo refiere la conclusión de un proceso difícil para los locatarios, sino que marca el inicio de una nueva era de locatarios al frente de los negocios familiares, al tratarse de las segundas o terceras generaciones en una nueva instalación, a más de 90 años de haber iniciado el camino.
Incluso, pese a que todavía no han sido entregados, los mercados fueron imán de visitas antes de que se dieran las restricciones de salud para salir a las calles. Cientos de personas acudían a caminar por los pasillos, tomarse la selfie, hasta ha sido elegido para sesiones de fotografías para bodas y quinceañeras, incluso para crear el beso del balcón.
La realidad de los nuevos centros de abasto
La puesta en marcha de este mega centro de abastos dependerá del comportamiento de la pandemia de coronavirus, así claramente lo dijo el alcalde de Tampico, Jesús Nader Nasrallah a los representantes de los locatarios, tras un acercamiento, por lo que tentativamente sería el 1 de agosto cuando empiecen a realizar sus primeras ventas en este recinto.
Mientras tanto la administración municipal ha comenzado con la entrega de las concesiones a los oferentes y la certeza jurídica en las nuevas instalaciones desde hace algunas semanas y a la fecha van 330 trabajadores, de acuerdo a lo informado por Felipe Altamirano, responsable de la Dirección de Mercados en la ciudad, ya que este es un procedimiento que tendrá mayor celeridad en las próximas semanas.
“Debemos de estar terminando con la entrega de espacios durante el 15 o 20 de julio, con un total de 630 concesiones que serán la totalidad de las que van a laborar en los nuevos mercados”, puntualizó el funcionario, quien consideró que “lo mejor sería que estén en el nuevo mercado (durante esta pandemia)”, expresó.
Y es que el covid-19 ha sido un golpe contundente para la economía de la ciudad, a los comercios establecidos y los instalados en los mercados no han sido la excepción.
Porque de acuerdo con datos de las agrupaciones de comerciantes, son aproximadamente 100 los que en medio de esta contingencia decidieron cerrar al no aguantar la carga de pagos sin vender.
A pesar de todo los locatarios han comenzado a conocer sus futuros espacios, las zonas en las cuales de ahora en adelante van a trabajar.
Los establecimientos de gastronomía han visto la instalación de mesas y sillas, así como la definición de la señalética uniforme a cargo de las autoridades del municipio, para que no desentone con el estilo del mercado.
Es tradicional que los locales sean adornados por los mismos propietarios, colocando artículos propios como fotos, luces y demás; sin embargo, la nueva obra va a requerir el respeto de la infraestructura, lo cual viene dentro del nuevo reglamento de mercados.
Ahora mismo la infraestructura está lista y los comerciantes lo saben, están conscientes de la necesidad de un nuevo espacio, pero la última palabra no depende de las autoridades municipales y estatales, porque todo gira alrededor del avance en el número de casos de coronavirus en la ciudad y en la zona sur del estado .