Grupo de Puebla acuerda plan contra la desigualdad en América Latina

Al encuentro asistieron figuras como Dilma Rousseff, ex presidenta de Brasil; Rafael Correa, ex presidente de Ecuador; José Luis Rodríguez Zapatero, ex presidente de España; entre otros.

El encuentro del Grupo de Puebla se llevó acabo en la Ciudad de México. (Juan Carlos Bautista)
Rafael López Méndez
Ciudad de México /

Expresidentes y dirigentes de diversos países iberoamericanos que participaron en la inauguración del Grupo de Puebla concordaron que la desigualdad generada por la pandemia por covid-19 es uno de los mayores retos por superar en la región, por lo que se necesita mayor trabajo social y priorizar el apoyo a sociedades debilitadas.

Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, catalogó como un “laboratorio de la esperanza” al Grupo de Puebla.

"(Se realizan) muchas propuestas que nos importan y que son una propuesta (…) para el futuro de América Latina y El Caribe, pero también para otras partes del mundo”.

Además, el canciller aprovechó para hacerles saber a los diferentes líderes de la izquierda latinoamericana que el presidente Andrés Manuel López Obrador “ve con mucha simpatía, cariño, afecto y gratitud esta congregación, esta reunión, este encuentro en nuestro país”.

Ebrard volvió a retomar la propuesta de recaudar el 2 por ciento del Producto Interno Bruto de los 20 países más desarrollados para combatir la desigualdad en las naciones más pobres y de cobrar un 4 por ciento a las personas más millonarias del mundo para poder paliar la pobreza en pocos años.

“En nuestra manos está hoy, por tecnología, por disponibilidad de recursos, en la manos hoy de quienes están en los gobiernos del mundo, está el modificar esa circunstancia, esa situación, el no permitirlo, en actuar de inmediato”, señaló el canciller.

En tanto, el ex presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, también catalogó que el mayor problema a escala mundial es la pobreza y las desigualdades lacerantes que enfrentan millones de personas cada día en el mundo, por lo que la limitación de la riqueza se convierte en un acto necesario junto con contar un mejor modelo político que permita una “fiscalidad justa y progresiva”.

Para los siguientes meses, Zapatero pronosticó que la próxima victoria en las elecciones presidenciales de Lula Da Silva en Brasil cambiará el continente y el orden internacional, “y ojalá una alianza estrecha entre México y Brasil, con dos presidentes progresistas, en un momento tan decisivo históricamente consume ese proceso”.

Por su parte, la ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aprovecho para saludar a la transformación que se realiza en nuestro país.

“Saludo la Cuarta Transformación que está en proceso acá en México porque es una luz en esta trayectoria del grupo (de Puebla) y en este proceso de consolidación”, dijo.

En su participación destacó que los grupos de oposición tratan de desgastar a los gobiernos progresistas mediante tácticas como la “Guerra Híbrida”, la cual consiste en tener un frente de violencia, pero también usar los mecanismos jurídicos para detener y frenar el avance político que busca desarrollar la izquierda en América Latina.

El ex presidente de Ecuador, Rafael Correa, señaló la necesidad de que en la región se comience a producir mayor cantidad de vacunas con la finalidad de no seguir “como pordioseros” recibiendo las vacunas que envían las empresas farmacéuticas.

scsa

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